El Hombre de la Boca Cosida

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      —Hay un hombre que pasa por la escuela todas las mañanas. Es un hombre que les da miedo a algunos de mis amigos y amigas. Hay muchas historias sobre él, pero creo que todas son solo eso: historias y cuentos.

      —¿Y qué querías saber?

      —La verdad. ¿Quién es él?, ¿por qué está así?

      —Escucha, Anik —contestó abuela con un tono no tan alegre mientras le daba una taza de chocolate; aunque el sol estaba en lo más alto, era un frío día de enero—, creo que tienes la edad suficiente para pensar por ti mismo y sacar tus propias conclusiones, puedo verlo en tu necesidad por conocer la verdad. Pero te debo advertir que lo que estás apunto de escuchar no es una historia con un final feliz. ¿Estás seguro de que quieres escucharla?

      Me tomaré el siguiente par de líneas para preguntarte lo mismo, querido o querida lectora o lector... ¿Estás segura o seguro de querer leerla?

      Anik asintió, y si te encuentras leyendo esto, es porque tú también lo has hecho.