"Miedo a la muerte".
"Arthur, por favor. Todos le tememos a la muerte, pero no hay nada de malo en morir. Además, no puedes pasar la vida temiendo a la muerte, no te dejará vivir".
"Sigues sin entender".
"¡Entonces explícame!, no puedo leer tus pensamientos ni ver en tu interior".
"¡Lo sé!, ¡¿crees que no lo sé?!, he pasado años de mi vida esperando el momento a que alguien me diga que sí puede hacerlo, pero no llega y nunca llegará, ¡¿crees que no lo sé?!".Aquello me dejó sin palabras, era la primera vez que escuchaba a Arthur gritar de esa manera. Hubo algo, algo en su grito que me lastimó y no pude evitar que unas cuantas lágrimas salieran de mis ojos. Yo no estaba sirviendo de nada. Él continuó hablando.
"No le temo a la muerte. Como dices, algún día moriré; no estás consciente, no te das cuenta, no sientes nada, ni siquiera preocupación, solo mueres y ya... No le temo a la muerte... Pero hay muchas cosas que tengo dentro, hay muchas, muchísimas cosas que quiero decir, que quiero expresar, pero no lo hago. ¡Hay muchas cosas que quiero hacer, pero no tengo el valor de hacerlas!".

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El Hombre de la Boca Cosida
Short StoryUn niño, su abuela y un hombre misteriosamente peculiar son los únicos elementos de esta historia. No necesitas saber más.