Primer día de clase.
Las 7, mi móvil sonaba al ritmo de el canto del loco, lo apagué y seguí durmiendo.
Las 7:15, móvil volvió a sonar cada vez mas fuerte, pero no podía levantarme, tenía tanto sueño que me resultaba imposible.
7:30, esta vez era mi madre, enfadada, gritandome que me levantara. Subió mi persiana y corrió las gruesas cortinas que impedían la entrada de luz en mi cuarto.
Apenas tuve tiempo de desayunar, me vestí a toda prisa, cogí mis vaqueros favoritos, en realidad no tenían nada de especial, pero me sentaban bien, cogí una camiseta blanca, simple y llena de arrugas y un fina chaqueta negra. En realidad me hubiera gustado ponerme una de mis sudaderas anchas, pero aun hacia demasiado calor para ponermela. Me puse mis viejas converse azules, esas que me recordaban a la portada de un disco de el canto del loco, y que quizás por eso me gustaban tanto. Fui a lavarme los dientes y me miré en el espejo y pensé: Joder Abi, que mal te sienta madrugar. Como no tenía tiempo me resigne a hacerme un moño mal hecho, a coger un pequeño bocadillo y meterlo en la mochila e irme a clase. Cogí mi viejo iPod y los cascos y me puse a escuchar música. Sonó 'Pienso en aquella tarde' de mi grupo favorito, Pereza, y pensé que no empezaba tan mal el día, y sonreí. Seguidamente sonó 'El universo sobre mi.' de Amaral, pero cuando llevaba un minuto sonando fue interrumpida por el grito de una de mis mejores amigas, a la que hacía que no veía... ¿¡Una semana!? Tanta emoción por una semana, ella es así, en realidad me alegro de tenerla a mi lado, con su alegría, su vitalidad... Me dio el ultimo empujón que me faltaba para pensar que el día de hoy podía ser bueno. Pero todos mis pensamientos positivos se fueron a la mierda en el instante que crucé las puertas del instituto y vi mi nombre en la lista de 4ºESO A.