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Capítulo 65

Cuando Mu Ran entró en la sala, se giró y vio a Yi Tian. De alguna manera, los pasos que quería dar se detuvieron. Las palabras que dijo Su Wenyang vinieron a su mente, pero cuando realmente se enfrentó a Yi Tian, Mu Ran empezó a dudar de ellas.

Yi Tian se recostó en la cama y se quedó pensando en algo con los ojos cerrados, y el ceño fruncido. Cuando abrió los ojos y levantó la vista al oír las voces, vio a Mu Ran de pie junto a la puerta mirándolo, con la cara un poco preocupada pero que poco a poco se volvía vacilante. El corte en el abdomen no estaba cicatrizando bien, y cuando lo llevaron al hospital había incluso sangre pálida que rezumaba de la herida, e incluso la zona alrededor del corte estaba roja e hinchada. El médico le atendió y le advirtió que no se moviera más, pero a él no le importó y levantó la manta e intentó caminar por sí mismo.

En cuanto Mu Ran vio su movimiento, no pudo pensarlo mucho y dio un gran paso para tomar su mano, diciendo algo nervioso: "No te muevas..."

Yi Tian respondió: "Sí", y luego lo miró y tomó su mano en la palma.

Mu Ran tampoco se resistió y se sentó en el borde de la cama.

Los dos estaban tan cerca el uno del otro que Mu Ran miró las profundas facciones de Yi Tian y su aspecto algo cansado, y murmuró: "Me enteré por el señor Su de que no estabas bien, y yo... pensé..." Las palabras aquí fueron un poco difíciles de continuar.

Yi Tian cerró los ojos y le ayudó con las siguientes palabras: "Pensaste que después de que te fueras, me alegraría de librarme de una carga y me olvidaría de ti en otros dos o tres días, ¿verdad?"

Mu Ran quedó atrapado en medio de sus pensamientos, y por un momento se quedó sin palabras.

Yi Tian miró a Mu Ran, las comisuras de su boca revelaron una sonrisa sarcástica, "Xu Ran tiene razón, nunca creíste que te amaba". Lo dijo de forma casual, no deliberada, no solemne, como si las palabras 'te amo' fueran algo natural.

Mu Ran miró a Yi Tian con los ojos muy abiertos, y su mano se movió ligeramente antes de que Yi Tian la agarrara con fuerza.

"Cuando estabas enfermo, no respondías al mundo exterior. Sólo tenías movimientos simples en respuesta a los sonidos. Te cuidé durante mucho tiempo. Todos esperaban que me impacientara, pero hasta el día en que despertaste, ni siquiera pensé en rendirme".

Mientras Mu Ran escuchaba las palabras de Yi Tian, pensó de repente en aquella noche en la que hizo las maletas y durmió en el sofá. Varias imágenes pasaron por su mente, y la última que se detuvo fue la de Yi Tian agachado frente a él, mirándolo con ternura y preguntándole: "¿Qué te gusta de mí?". Siempre pensó que eran alucinaciones, imágenes que se había inventado, como aquel sueño feliz, como la madre muda que veía cuando se despertaba en mitad de la noche. No sabía, y Yi Tian nunca se lo dijo, que lo había cuidado con tanto cariño cuando estaba enfermo.

"Llevarte a cenar con He Xudong y los demás era para revelar nuestra relación delante de todos, es que estaba enfadado contigo por tu indiferencia hacia Jian Ning y al pensar que te querías ir desde que despertaste, me enfadé deliberadamente contigo antes de besarlo". Yi Tian miró a Mu Ran, con la mirada seriamente concentrada, "Aquella noche bebí demasiado y lo único que recordaba al final era a ti cuidando de mí junto a mi cama. Sólo después me di cuenta de que fue Jian Ning, y no tú, quien me cuidó". Pensó en su actitud dura y brutal cuando le explicó esto a Mu Ran la última vez, y se detuvo un momento antes de decir: "Pero Mu Ran, puedes confiar en mí, no ha pasado nada entre Jian Ning y yo".

Mu Ran no dijo nada, sólo miró a Yi Tian aturdido, como si estuviera algo confundido por lo que de repente le estaba explicando de forma tan literal.