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Capítulo 9

"Cáncer de estómago en fase media". Tras el procedimiento de electrogastroscopia, el médico confirmó la causa de la enfermedad.

Me quedé mirando al médico con incredulidad, sin responder por un momento. Tardé medio segundo en encontrar mi voz y preguntar: "¿Cáncer de estómago?... ¿Podría ser un error de diagnóstico?" En cuanto las palabras salieron de mi boca, me di cuenta de lo grosero que era sospechar de un diagnóstico erróneo delante del médico.

Afortunadamente, el médico no se enfadó, sino que se limitó a mirarme y a explicarme: "El paciente tiene hematemesis*. Esto se debe a una hemorragia causada por la rotura de pequeños vasos sanguíneos en los pulmones después de que las células cancerosas se hayan extendido. Este es uno de los síntomas más evidentes del cáncer de estómago en fase media o avanzada"

(*Hematemesis: Expulsión de vómito con sangre).

Escuché con asombro, y al oír la palabra difundida me apresuré a preguntar: "Entonces el tratamiento..."

"El diagnóstico inicial es que el cáncer no se ha extendido mucho. Se recomienda una cirugía".

Me sentí aliviado. El hecho de una cirugía significaba que aún había esperanza. Tragando saliva, miré al médico y pregunté con cautela: "¿Cuánto costará la operación?".

El médico, que estaba redactando un informe médico, respondió sin levantar la vista: "El coste de la operación, más la radioterapia y la quimioterapia rondará entre los 50.000 y los 100.000 yuanes durante su estancia en el hospital, dependiendo de la medicación que tome. Después, dependiendo del estado del paciente tras la operación, habrá que ver si hay que seguir con la radioterapia y la quimioterapia, más el coste de la medicación..." En este punto, el médico levantó la vista y me miró disculpándose: "No podré darle una cifra exacta".

Mi mente se quedó en blanco.

Entre 50-100.000, sin contar el coste de los tratamientos posteriores.

Y el caso es que todos mis ahorros ahora suman menos de 40.000, y no podía pagar ni el más conservador de los gastos.

Al ver mi dilema, el médico volvió a fruncir el ceño y me amonestó: "La familia debe tomar una decisión cuanto antes. Cuanto antes se opere, mejor para el paciente. No lo demore".

"Entiendo, gracias, doctor".

Cuando volví a la sala, mi madre ya estaba dormida con una vía respiratoria. La tía Li me vio volver y se apresuró en hablarme: "¿Cómo te fue? ¿Qué ha dicho el médico?"

"Cáncer de estómago". Sabía que no podía ocultar esto a la tía Li. Tendría que confiar en ella para que me ayudara en muchas cosas en el futuro.

"¿Cómo puede...?" Los ojos de la tía Li se pusieron rojos al instante. A su edad, cuando las personas oían hablar de una enfermedad como el cáncer, probablemente pensaban que no había esperanza.

"Está bien, el doctor dijo que todavía es operable, y si la cirugía es exitosa, estará bien". A duras penas conseguí arrancar una sonrisa y susurré de forma reconfortante.

"Eso va a requerir mucho dinero...", dijo la tía Li, girando la cabeza con preocupación.

"Pensaré en algo. Tía Li, vuelve y descansa primero". Había sido una larga noche de vueltas en la cama, y estaba un poco inquieto por la edad de la tía Li.

"Bien. Regresaré y empacaré algo de ropa para Ah Xiu. Me temo que este hospital será una larga estancia". La tía Li suspiró y me dio algunos consejos más antes de salir de la sala.

Me senté lentamente en el borde de la cama y miré el rostro dormido de mi madre, su ceño fuertemente fruncido, la imagen de ella encogida en el suelo con el estómago cubierto, y me dolió el corazón de repente. Extendiendo una mano para arreglar el cabello que había caído a sus mejillas, me decidí a reunir el dinero para la operación, sin importar lo que tuviera que hacer.