La mañana siguiente se sintió más tranquila, eso hasta que nos dimos cuenta que ya estamos saliendo del bosque.
Los cedros y nogales empezaron a perder altitud, el camino que seguíamos se anchaba y de repente los árboles inmensos se volvieron en un pequeño plantío de cafés, luego había pequeñas parcelas de tierra que aún no habían sido ocupadas, el camino de tierra empezó a tener piedras sueltas y luego se cambió en una calle empedrada, la primera casa de adobe apareció, luego otra, y cuando nos dimos cuenta ya estábamos caminando sobre alguna avenida del pueblo.
Nelius era un pueblo muy bonito, con casas muy altas, calles anchas y faroles por todos lados.
Entre más caminábamos y nos adentrábamos, más gente aparecía. De repente sentí un empujón, mire rápido quien estaba detrás de mí y saber quién lo había hecho, y entonces alguien más me empujo y con solo ese momento de distracción perdía a Klaus, toda la gente a mi alrededor empezó a juntarse más y me resulto imposible moverme para buscarlo, tan solo estaba haciendo estorbo para la gente que intentaba caminar más rápido que las otras. Luego de otros empujones logre hacerme a la orilla de la calle.
Klaus tendría que buscarme, después de todo yo tenía el dinero en la bolsa, mientras deambulaba por la calle para no parecer perdida, encontré un letrero que llamo mi atención, con letras brillantes en color amarillo y con una flecha que señalaba hacia la derecha decía:
¡Admire a la Elegida!
¡Vea la grandeza del Rayo!
Varios niños corrían hacia esa dirección, los seguí caminando y a pocas calles, llegué a lo que parecía ser una pequeña plaza, había puestos a los costados donde había fruta y en medio, una pequeña tarima con gente a su alrededor
—¡Tercera llamada! —gritó un hombre desde alguna parte—¡Tercera llamada!¡Comenzamos!
Mientras me acerca, las cortinas del telón de abrían. Una chica dando piruetas en un muy interesante vestido salía a través de ellas, su pelo rubio estaba atado en una trenza muy ajustada, que le llegaba un poco antes de la cintura, al terminar y llegar a la orilla del escenario, dio una pequeña reverencia y volvió a la parte de atrás.
—Los Arvraz tienen a sus elegidos— dijo la voz de hace un momento—Y el día de hoy ¡Podrán presenciar a uno! — al terminar esa frase, la chica dio otras piruetas y se ocultó en las sobras del escenario
—Los rayos pueden hacer temblar la tierra — de nuevo el hombre hablo por algún lado, se escuchó el sonido de un trueno y luego un pequeño temblor se sintió sobre la tarima, podías ver el polvo sacudiéndose.
Varios niños miraban a sombrados, luego la chica volvió a parecer dando mortales y gusto al caer la voz dijo —Cortar el aire — una pequeña ráfaga de viento que parecía provenir de ella llego al público, ya que sus cabellos volaron hacia atrás
Alzo la cabeza y se puedo de pie, alzo sus manos y mientras recibía los aplausos de público caminaba alrededor del escenario.
—¿Tú puedes hacer eso? —la voz de Klaus en mi oído me sorprendió. Estaba detrás de mí, observando también a la chica.
—Me encontraste
—No fue difícil, eres la única castaña por aquí
No me había percatado de eso, la gente por aquí era rubia, desde el más plateado hasta un castaño claro, pero ni de cerca de parecer al mío, que era más parecido al chocolate.
Había unas personas al frente que eran pelinegras pero su vestimenta podías ver eran extranjeros.
—¿Y? ¿También puedes bailar y dar volteretas como ella?
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Bosque y Tormenta
FantasíaAravis había vivido toda su vida pensando que era una impostora, una de las 5 desafortunadas que habían sido hechizadas para entorpecer la búsqueda del elegido de los Arvraz, el único capaz de tocar la corona y elegir quien se puede sentar en el tro...