Capítulo 6 ✔️

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Roma.

-Gracias, por la ayuda. Te debo una -dice Dria, cuando me ve llegar hasta el bar.

-No es nada -musito, ocultando mi cansancio.

Cuando me llamo mientras venia en tren, tuve la opción de mentirle pero no me gusta hacerlo, a excepción de mi padre pero ese es otro asunto, por lo que terminé accediendo a venir hasta aquí.

-Genial, porque estamos atareados.

Dejo mis cosas bajo la barra y me coloco un delantal negro con el logo del bar en el pecho. Mientras Chandria, Alva y yo somos las meseras, dos chicos son encargados de la barra.

-Tu pedido, bonita -dice uno de los barman mientras me pasa la ronda de cervezas y guiña un ojo coqueto.

Me limito a seguir con lo mío. Ajena a lo que sucede al rededor. Voy y vengo de un lado al otro, cansandome más de lo que ya estaba.

No veo la hora de llegar y tomar una ducha caliente. Ponerme ropa cómoda e irme a dormir.

-Roma, a la mesa seis -me manda Ben, el otro barman rubio de sonrisa amable.

Mientras que uno de ellos coquetea con todo lo que se mueve, él otro evade cada insinuación para cumplir con su trabajo.

Llevo las bebidas a la mesa predilecta, y con una sonrisa ensayada digo;

-Que lo disfrute -las palabras mueren en mi boca al verlo.

-¿Roma? -su voz me estremece de mala manera.

-Chase.

Oh mierda. Mi ex está justo delante de mí.

Parece que tenía que aparecer mi padre para volver a encontrármelo a él. Justo al tipo que me generó más inseguridades físicas y mentales.

Tiene los rizos más cortos. Pero luce igual que la última vez. Como un joven que lo ha tenido todo desde pequeño.

-¿Por qué no respondiste mis llamadas? -inquiere de la nada.

-Te acostaste con mi prima.

-¿Y?, ¿Es mi culpa que ella folle mejor que tú?

-Eres un cínico.

Su expresión burlona se acentua.

-Vaya, tu padre tenía razón. Has cambiado.

-¿Has hablado con él?

-Lo hice. De echo esta más que empeñado en que regresemos. Supongo que no le dijiste sobre porque terminamos, corrección, me dejaste.

-No voy a volver contigo -determino, apretando con fuerza la charola.

Sonríe ladino.

-¿Es por tu nuevo noviecito? -indaga, recargando el cuerpo contra el respaldo de la silla.

-Eso no es de tu incumbencia.

No puedo creer que mi padre llegue hasta estos extremos. Lo que me deja más que claro que él estuvo investigando mis movimientos y yo ni cuenta me he dado de ello.

-Oh, pero lo es -lleva una mano a su pecho, fingiendo ofenderse-. Después de todo, eres mi futura esposa.

De pronto dejo de escuchar todo. Creo que hasta dejo de respirar. Solo oigo la voz de Chase en bucle en mi cabeza, diciendo una y otra vez esa palabra.

«Esposa».

-¿Qué-Qué?

-Así es. Para que mi padre y el tuyo se asocien, el señor Simons ha pedido una unión formal entre familias y así consolidar el trato de manera permanente. Cree que casarnos es lo mejor -ríe como si fuese un chiste.

Volátil [#1] CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora