Capítulo 18 ✔️

11.6K 720 164
                                    

Kay.

Muerdo, dejando salir un gruñido y aumento la presión. Joder, me duele y no es un dolor bueno. Es uno que me tuvo duro durante días. Carajo. Estoy teniendo estas malditas fantasías que me la ponen dura ni bien la pienso y ya no se que hacer.

Para colmo observo la puta imagen que hay en el catálogo que sostengo en el puño.

Cuando me levante hoy por la mañana no me esperaba ancontrarme con una imagen enorme de Roma posando en jodida lencería. La publicidad se repite en bucle y yo ardo de rabia.

Hay más ojos viéndola. Lo que por alguna extraña razón me jode.

Hijos de puta todos. Ojalá pudiera arrancarle los ojos.

Además, no ayuda que su rostro sea publicado en cada catálogo de lencería. Al parecer hizo una campaña para una marca conocida. Al verla posando allí, con ojos de follame, mis instintos (quiero creer que son), comenzaron a destrozar todos los catálogos en el puesto. Tuve que pagar por los ejemplares que rompí y los otros que aun le quedaban y que también rompí, a excepción de uno.

Nunca creí que haría esto. Pero aquí estoy, masturbándome como un puto puberto con una imagen de Roma semidesnuda.

Mis abdominales se contraen cuando la imagino montándome justo ahora. Con esa tanga corrida de lado y sus pequeñas tetas al alcance de mi boca. Sus pezones en punta, listos para ser mordidos por mí.

Cierro los ojos. Presionando más fuerte. Imaginando lo bueno que sería llenarle el coño de semen y oírla gritar mi nombre hasta que no pueda hablar más. Hasta que lo único en lo que pueda pensar sea yo. Hasta ser reclamada y saber que es jodidamente mía.

Mía.

Mía.

Mía.

Ese hilo de pensamientos que martillae en mi cabeza, dejandome al borde la locura. La deseo. Este hambre insaciable me quema el cuerpo y vibra como si la única razón por vivir fuese tenerla a ella.

Estoy loco. Lo acepte hace tiempo. Pero ahora estoy obsesionado con ella.

Nunca antes había sentido tanto morbo por follar a alguien como a ella. Nunca antes había sentido esta sensación de querer acapararla solo para mí. De privar al mundo de su belleza.

La quiero mía.

La quiero para mí.

Y no voy a descansar hasta tenerla.

Subo y bajo hasta la punta. Tenso con mierda de sus ojos de follame.

Follame.

Si tan solo me lo dijera. No le daría tiempo de pensarlo dos veces porque estaría tan profundo en ella que apenas podría adaptarse a mi tamaño.

Mierda.

El papel se arruga en mi puño y las cuerdas espesas de semen salen disparadas, aterrizando justo sobre ella.

La maldita chica que me trae con la polla dura y la mente confusa.

Es como si no pudiera alejarme de ella, y mierda que lo he intentado. Esta esta electricidad entre ambos que no se como frenarlo. Este extasis que recorre mi cuerpo al tenerla cerca. Al reclamar sus deliciosos labios.

Dejo caer mi camisa de mis labios. Respirando fuerte. Hice un desastre sobre parte de mi ropa y el papel empapado.

La veo, cubierta de mi esencia, ahora más seguro de que quiero volverlo real.

Esa piel necesita mis marcas. Sus labios gemir por mí y yo por fin sacarla de mi sistema.

Debo acabar con este estado constante de excitación.

Volátil [#1] CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora