𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨: 𝐄𝐥 𝐛𝐚𝐢𝐥𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐬𝐜𝐚𝐫𝐚𝐬.

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La luna alcanzó su máximo ángulo en el cielo estrellado y obscuro que brindaba la noche, dándole intimidad a la entrada del lugar donde se celebraría el baile

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La luna alcanzó su máximo ángulo en el cielo estrellado y obscuro que brindaba la noche, dándole intimidad a la entrada del lugar donde se celebraría el baile. Todos los invitados se encontraban charlando animadamente con el resto de presentes.

—¡Ada!— Exclamó con una sonrisa Jade, levantándose de al lado de John para ir a saludar a la mujer con una sonrisa.—Hola pequeño— saludó a Karl en los brazos de Ada.

Jade tomó en brazos al pequeño bebé y Ada se lo agradeció mientras se dirigía a saludar a sus hermanos. Tommy le pidió a su hermana que fuera a hablar con Ada para convencer a Polly de que fuera a convencerla de que no podía ser ella quién llevase sola la empresa durante su ausencia y que realmente necesitaba la ayuda de Jade y Michael.

—Jade, ven— la llamó John, ella caminó sonriéndole al pequeño que se reía una y otra vez en sus brazos— vamos a jugar una partida, siéntate— la susurró.

Ella, sabiendo lo que debía hacer, se sentó en su regazo mientras el pequeño jugaba con la decoración de la máscara de Jade. John posó su mano en la cintura de su chica y comenzó el juego junto a unos hombres que acababa de conocer.

—John, quiero ir a pedir algo para beber— le susurró la chica a su futuro esposo. Él la dio su copa y ella suspiró.

No iba ser tan fácil escapar de las garras del Shelby en ese momento.

Las miradas de los invitados se centraron en la chica cuando el bebé en sus brazos comenzó a llorar pidiendo salir de ahí a un lugar con más calma, en ese momento John comprendió que debía dejarla ir a los pasillos del almacén para calmar a su sobrino, pero claramente que no la dejó sola.

—Podías haberte quedado ahí— suspiró Jade en un susurro ya que Karl dormía en sus brazos.

—¿Y dejarte sola?— Murmuró John y negó con la cabeza— hay demasiado depravado cerca— añadió.

—Eso y que desconfías de mí— bufó, John la tomó por el mentón obligándola a mirarla. Quiso besarla, pero ella se apartó— déjame en paz— suspiró.

La molestia de la chica era notoria, no estaba acostumbrada a ser el foco de atención de una persona durante mucho tiempo seguido y comenzaba a agobiarse por el simple hecho de que John, su futuro esposo, no la dejaba respirar.

—Estás molesta— aseguró el Shelby después de encender un cigarro— te comprendo, pero entiende que no sé si tus intenciones conmigo son las mismas que las mías contigo— trató de explicar, pero ella siguió con su enfado.

Ada apareció de entre la obscuridad del pasillo y en silencio sonrió a Jade, la murmuró un "gracias" para luego explicar que se marchaba a casa con Polly. Jade y John quedaron solos, ni si quiera él sabía qué decir para no seguir molestando a la chica, pero ella solamente quería marcharse de ahí y volver a casa para encerrarse en su habitación.

—Quiero irme— suspiró ella, al fin rompiendo el silencio torturador, para John, en el que se había sumido la pareja.

—Vayamos a mi casa— asintió él, ella hizo una mueca pero no replicó.

Algo era algo.

El hombre se despidió de sus hermanos excusándose de que Jade prefería estar sola, todos creyeron lo que Arthur aseguraba y era que iban a follar, pero todo lo contrario, cuando llegaron John la mostró su habitación y mientras él se aseguraba de que la niñera hubiera hecho un buen trabajo con sus hijos, ella se quitó el vestido y rebuscó entre la ropa de su futuro marido algo cómodo para dormir.

—¿Jade?— Espetó él cuando entró a la habitación, ella asomó la cabeza desde el baño.

—Quiero dormir, no quiero hablar ahora— dijo ella junto a un suspiro de John.

Él sabía que la había cagado de alguna manera y quería remediarlo pero lidiar con mujeres nunca fue su especialidad. Decidió que era mejor dejarla dormir y abrazarla durante toda la noche por la espalda, quizás así por la mañana todo iría mejor.

En el Pub todo seguía tal y como la pareja lo dejaron, los chistes malos de Arthur resonando por todo el lugar debido a que le arrebató al cantante su micrófono para seguir él con su espectáculo. Tommy, en otras circunstancias, le hubiera bajado del pequeño escenario rápidamente pero estaba tan animado hablando con Grace sobre su nuevo futuro que ni si quiera le importaba el ridículo que su hermano mayor estaba haciendo.

—Creo que será mejor ir acabando la velada— murmuró Michael a Tommy.

—Bien— respondió Thomas en un tono bajo. Se subió al escenario y le quitó el micrófono a su hermano, Arthur lo miró ciertamente mal pero lo dejó pasar por el permiso que le había dado para contar sus chistes.— Damas y caballeros la noche de hoy ha sido encantadora y muy agradable, espero que todos os hayáis sentido igual que yo, pero lastimosamente es hora de cerrar antes de que los polizontes vengan a quejarse por el barullo— dijo, todos aplaudieron.

Poco a poco el lugar donde anteriormente había un gran barullo de conversaciones, risas, bailes, canciones y juegos quedó desolado. Grace fue acompañada por Tommy a su casa, Arthur se fue a ver a Ada y Polly mientras que Michael y Finn tuvieron que irse a casa de John debido a que en la suya no había sitio, o eso les dijeron.

Con las llaves abrieron la puerta alarmando a John, él se levantó y se separó cuidadosamente de Jade para no despertarla, agarró la pistola y sigilosamente bajó las escaleras. Apuntó a su primo y a su hermano mientras ellos alzaban las manos con inocencia sobre sus actos.

—Venimos a dormir, nos ha mandado Tommy— explicó Michael, Finn asintió a su lado y John bajó la pistola para luego pasarse la mano por toda la cara con cansancio.

—Bien— accedió el mayor— pero en completo silencio vais a entrar a mi habitación y vais a dormir en mi cama— les dijo.

No había más habitaciones habilitadas en la casa pues nunca tuvo alguna visita que fuera a quedarse a dormir. La cama de John, por suerte, era bastante amplia por lo que para ninguno fue problema acomodarse en ella, lo que sí que lo fue para John fue cuando los dos adolescentes quedaron en ropa interior dejando a Jade entre medias de ambos.

—Michael, ve al lado de Finn— ordenó John en un susurro, el nombrado frunció el ceño.

—¿Por qué?— Cuestionó confuso, observó a Jade a su lado e hizo una "O" con su boca entendiéndolo— voy— asintió.

Tal y como el Shelby mayor lo mandó el Gray se colocó junto a su primo dejando el sitio junto a Jade para John. Él se colocó de la misma manera mientras la chica se removía un poco en su lugar por el pequeño barullo que tenían los hombres.

Finalmente, acabaron durmiendo los cuatro en la cama de John mientras los hijos del Shelby estaban espantosamente despiertos tratando de descifrar quién había entrado en casa a tales horas. Pronto, la hija mayor se asomó por la puerta viendo a su tío y primo segundo descansando sobre la cama. Decidió no intervenir sabiendo que probablemente vaya a enfadar a su padre por lo que volvió a la habitación para explicarles a sus hermanos lo que pasaba.

Arthur se durmió en el sofá mientras esperaba que Tommy llegase para hablar sobre el negocio, pero nunca llegó en esa noche ya que Grace le permitió dormir junto a ella después de haber mantenido relaciones sexuales con él.

—Gracias— susurró Thomas mirando al techo cuando se aseguró de que Grace dormía plenamente.

Y es que agradeció haberla conocido, ella sería el amor de su vida cueste lo que cueste y se aseguraría de llevarla al altar para que le diera el "sí, quiero" mientras sus hermanos decían tonterías desde los asientos de la iglesia y Polly los reñía.

Así se imaginaba su boda, y así iba a ser.

𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂- 𝐉𝐨𝐡𝐧 𝐒𝐡𝐞𝐥𝐛𝐲.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora