CAPITULO - 8

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Otra vez en su sueño, pero esta vez había algo diferente, en el centro de ese espacio blanco había una mesa con 2 sillas, frente a la silla vacía había un hombre leyendo un libro, que Ale pudo reconocer como su guía, ¿Qué hacia ese hombre con su libro? El extraño llevo su mano libre hacia la mesa y sirvió 2 tazas de té que por el olor supo que era de manzanilla.

--Hola, Ale—Saludo el extraño—Ven siéntate, tenemos mucho de qué hablar—Ale algo inseguro se acercó al extraño sentándose en la silla vacía. El extraño acerco la tasa de té y Ale por educación dio las gracias haciendo que el extraño sonriera—Valla, tus padres te han educado bien—Ale frunció el ceño, ¿Quién rayos era el extraño y como sabia de sus padre?

--¿Quién eres?—

--Directo al punto, igual a tu abuela—El extraño sonrio como si recordara a alguien o algo, pero en sus ojos se pudo apreciar ese toque de enamorado, como si hubiera sido su primer amor del que hablaban.

--¿Dónde estamos?—Ale tomo un sorbo del te viéndolo directamente, analizando cada movimiento del extraño. Sentía que ya lo conocía, pero no sabía de donde, o cuando, pero sabía que lo había visto alguna vez en la vida.

--Seré directo—Dejo de lado el libro y lo deslizo por la mesa hasta llegar al chico, Ale que lo miro extraño—Soy quien escribió este libro—Ale abrió los ojo como platos.

Debía ser una broma, era solo un juego de su imaginación, su abuelo estaba muerto murió hace 18 años atrás, no podía ser verdad, solo es una ilusión de su subconsciente, ¿verdad? Ale dudaba de que fuera verdad, porque tenía un poco de sentido teniendo en cuenta de que el alma de su abuelo estaba dentro de él, ¿entonces era verdad? ¿Enserio estaba hablando con su abuelo justo ahora?

--Eso no puede ser posible—

--Si lo es, ya que vivo dentro de ti desde hace 18 años—Sonrio divertido dejando a Ale más sorprendido de lo que ya estaba—Es un placer verte, querido nieto—No, era mentira, no era cierto, este hombre frente a él no era su abuelo, era demasiado joven, muy joven, parecía tener como 20 o 25 años, no más de 80 como dijo su abuela.

--No es cierto, eres demasiado joven para ser mi abuelo—

--Aparento ser joven en tu cabeza, porque mi alma era demasiado joven aun cuando tenía más de miles de años—Dio un sorbo al te—Por eso aparento la edad de 20 o 25 años, nada nuevo. Y respondiendo a tu otra pregunta, estamos en tu lugar preferido—Ale frunció el ceño—Cada humano en la tierra, tiene un lugar en su mente donde se siente seguro y tranquilo, me sorprende que el tuyo sea un cuarto blanco, se nota que no eres alguien social, o que eres tímido y te gusta el orden, igual a tu padre—Sonrio con nostalgia.

--¿Todos esto es real?—

--Para ti, y para mí si lo es. Pero para los demas no, estas como en un sueño donde los únicos que sabes de esto somos tu y yo—De la nada el abuelo de Ale se puso serio—Se lo que paso hace un día— ¿Un día? ¿A qué se refería?—Ale, llevas dormido un día, gracias a Marció—Suspiro con pesadez—Creo que quieres saber todo ¿no es asi?—

--Sí, porque gracias a ti, mi. . . digo, nuestra familia está en peligro, junto con la de Edward. Dime ¿Quién es Marció?—

--Bien, pero es una historia larga—Ale se recargo en el respaldo de la silla con los brazos cruzados y una pierna cruzaba arriba de la otra.

--Tenemos hasta que decida despertar, y créeme, no creo que sucede muy pronto—El abuelo de Ale se rio un poco para despues hacer lo mismo que él, valla sí que se parecían.

PRESA Y CAZADOR [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora