PRESA Y CAZADOR [3]

CAPITULO - 6

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--Debemos decirles, tal vez ellos nos puedan ayudar—Dijo Esme preocupada. 

Llevaba más o menos una 1 hora platicando sobre la condición de Ale, todos estaban de acuerdo en decirle a la familia del chico, pero si hacían eso probablemente Ale se enojaría con ellos, pero se trataba de su bienestar y no tenían más opciones. Melissa ya se encontraba mejora, hasta el punto de que podía pararse sola y caminar un corto periodo de tiempo, justo ahora la chica se encontraba en la habitación de Ale leyendo un libro para su hijo, el chico se encontraba dormido, como casi todos los días desde que se empezó a sentir mal.

--Pero él no quiere eso—Alego Edward que también estaba de acuerdo con Esme, pero tenía en consideración la palabra de Ale.

--No tenemos más opciones Edward, es eso o tentar a la suerte—Edward suspiro. Su padre tenía razón, ya no había de otra, debían decirle a la familia de Ale, sea como sea y pedir su ayuda.

--Bien, pero no le diremos a sus padres o hermanos. Le diremos a su abuela, ella está más relacionada con Ale en cuanto a la magia, ella podría ayudarlo—Todos asintieron para despues darle privacidad a Edward en la cosina, pues el sería el encargado de llamar a la familia de Ale. 

Fue a la habitación de su pareja notando que todavía seguía dormido, cosa que agradeció miro a Melissa que estaba leyendo un libro en el sillón de cuero de su cuarto con audífonos puestos asi que no le interrumpió. Camino hacia la mesita de noche donde tomo el celular de Ale y lo desbloqueo. Antes de irse Melissa lo saludo con la mano y el sonrio, despues Edward se acerco al oído de Ale y susurro un "Te amo" para despues dejar un beso en su mejilla e irse cerrando la puerta a su detrás de él. 

Edward miro indeciso el teléfono en sus manos que se encontraba abierto con el contacto de "Abuela <3" apareciendo en la pantalla y teniendo solos 2 opciones, el llamar, que sería probablemente la salvación de Ale o no llamar, que podría solo significar tentar a la suerte y pedir que Ale estuviera bien. 

Edward suspiro, se sentía estúpido mirando el teléfono, por Dios solo era una llamada, para salvarle la vida a Ale aun si él se enojara. El vampiro asintió y pulso el botón de llamar, 3 tonos fueron suficientes para que la voz de la señora mayor se escuchara.

--Hola, Ale cariño, hace mucho que no me hablas, ¿estás bien? ¿Cómo te ha ido con la universidad?—Edward se quedó callado pensando en lo que le diría a la señora, pero de algo estaba seguro, debía decirle todo y sin mentiras--¿Ale? ¿Cariño está ahí?—

--No soy Ale—La abuela del chico cayo para despues Edward seguir—Ale necesita su ayuda, bueno yo necesito su ayuda con Ale—