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Casi dos meses más habían pasado desde aquel día en el que Reki comenzó a enseñarle las maravillas de la patineta. Asimismo, también llevaba exactamente ese tiempo como su compañero de trabajo en la tienda Dope Sketch.

Pasaban casi todo el día juntos, tan solo se separaban para ir cada uno a sus casas después de la escuela, luego volvían a reencontrarse en el trabajo. También regresaban a casa juntos en la noche, además de reunirse algunos fines de semana, después de las clases intensivas, para que el canadiense viera cómo Reki diseñaba algunas patinetas o aprendiera más trucos. Debido a esto, su nivel de confianza fue incrementando a tal punto que Langa ya había visitado la casa de Reki varias veces, así como este último ya sabía sobre el padre del canadiense y su relación con el snowboarding. Incluso sus interacciones dieron un paso más, pasando a un contacto físico más frecuente, como abrazos y sacudidas de cabello.

Langa era prácticamente un libro abierto, dispuesto a ser leído por Reki las veces que deseara; sin embargo, no parecía ser recíproco. El pelirrojo no hablaba nunca de su padre, no había fotos de este en su casa y sus hermanas pequeñas eran las únicas que hablaban un poco de él, afirmando que vivía en otro lugar. Asimismo, a veces Reki llegaba con raspones en la cara o en las rodillas o no podía mover mucho una extremidad, pero nunca mencionaba nada relacionado a ello en sus conversaciones. Langa estaba casi seguro de que se trataba de aquellas "palizas que le daban cada cierto tiempo" de las que había escuchado, pero no quería preguntar directamente porque su amigo pensaría que era un entrometido.

El canadiense también notó otra cosa. Reki empezó a dormirse en clase en esos días y buscaba constantemente excusas para no caminar mucho.

Una tarde en el trabajo, habiendo notado ese problema en su amigo, le pidió permiso a Shokichi Oka, su jefe, para darle a Reki una silla con respaldar de su oficina, pues las de los empleados eran solo bancas altas sin donde apoyarse. Oka no dudó en aceptar la petición, no sin antes preguntarle al pelirrojo si deseaba retirarse temprano. El chico solo respondió que no había dormido bien esos días, aunque sí agradeció la nueva silla. Langa solo pudo observar los gestos de los otros dos conversando, los cuales le hacían sentir que había algo que no querían mencionar frente a él, pero no se imaginaba qué podría ser.

Llegada la noche, su preocupación se intensificó y decidió buscar respuestas por él mismo. Le dijo a Reki que su madre iría a recogerlo al trabajo para hacer unas compras, por lo que no podrían irse juntos. El pelirrojo comprendió que debía retirarse solo y se fue montando su patineta.

En ese momento, Langa entró a la oficina de Oka y optó por ser directo con él. El hombre no pudo negarse a decir la verdad al ver la preocupación en la cara del joven.

– No sé mucho sobre lo que tiene, pero sí he estado presente en momentos duros que ha vivido –contó Oka, sincerándose con el muchacho–. A veces llegaba al trabajo llorando o en trance, como si hubiera visto algo horrible. Yo no tengo hijos, ni sé cómo lidiar con adolescentes, pero hacía lo que podía para animarlo. Aun así, había días en los que no conseguía siquiera hacerlo dejar de llorar. Bueno... Eso era así hasta que llegaste tú a la tienda.

– ¿Y ha visto golpes y raspones en su cuerpo? –inquirió inquieto.

– Por supuesto, hasta he hablado con su madre de ello. Pero ella me dijo que Reki culpa a sus accidentes en la patineta de esos daños.

Langa quedó en silencio. Eso era una posibilidad, pues la primera vez que le habló estaba vendado por una caída de la patineta. Por su mente pasó la idea vaga de que tal vez se preocupaba por nada, pero hubo una vocecilla en su cabeza que le insistió en no dejarse llevar por la respuesta más fácil.

– Ya que estás tan preocupado, sería bueno que sigas intentando averiguar más de él y de cómo se siente –explicó Oka–. Si encuentras algún problema, puedes contármelo y entre los dos podemos buscar un modo de solucionarlo, ¿está bien?

Ghost of You (Renga - SK8 The Infinity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora