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Nota: Primero, iba actualizar esta parte hace mil años, pero la computadora se me fregó:( Segundo, no está demás pedirles que revisen los tags de la historia y el resumen. Siempre involucró algo sobrenatural. Teniendo eso en cuenta, pueden continuar su lectura. Espero que les guste:I

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El completo silencio reinaba en la casa de Langa.

En la sala, todo era un desastre. Los cojines estaban desacomodados, el piso y los estantes estaban llenos de polvo, había basura tirada por doquier. En el comedor, platos y vasos sucios se apilaban sobre la mesa, las sillas estaban desordenadas y también había polvo por donde se viera. La cocina estaba en un estado similar.

Era como si nadie habitara ese lugar, pero él seguía ahí.

Estaba en su cama, cubierto con una manta, rogando por quedarse dormido a las tres de la tarde. Esa era su rutina desde aquel horrible día, en el que su mejor amigo había abandonado este mundo.

Habían pasado ocho meses, pero la herida aún estaba fresca.

En su mente, todavía se repetían las imágenes de las ceremonias religiosas que conformaron el velorio de Reki. Escuchaba claramente los sollozos de las Kyan y los lamentos de su madre, como si hubieran pasado solo unos días antes. Por supuesto, él también la pasó mal, demasiado mal.

Después de la última ceremonia, dejó de ir a la universidad e iba diariamente a todos los lugares en los que podría encontrarlo, esperando a que él llegara como siempre, con una sonrisa en el rostro y su patineta en la mano. Al no verlo, regresaba muy tarde a casa, con la idea de que a la mañana siguiente este lo llamaría o le escribiría un mensaje. También marcaba su número religiosamente a las 7:30 de la mañana, hora en la que el pelirrojo solía estar a punto de salir a trabajar. Le mandaba mensajes preguntándole por su día, aunque nunca se marcaran como mensajes leídos. Incluso, cada vez que salía, dejaba una nota en la puerta dirigida a Reki, en la que le explicaba que salió a buscarlo y pedía que lo llamara en cuanto sea posible.

Durante dos meses completos, esos fueron sus hábitos, los cuales su madre fue notando con el pasar del tiempo.

Entonces, sucedió. Un día despertó más lúcido que nunca y se dio cuenta que aquello que veía era real. Reki jamás apareció, no lo contactó, ni contestó sus mensajes, ni siquiera los recibió, y tampoco leyó su nota en la puerta. Él ya no estaba.

Su mejor amigo se había suicidado, después de todos los sucesos trágicos que experimentó en su vida. Había pasado un tiempo tan horrible en la tierra, por culpa de personas tan malvadas, que decidió no pasar ni un minuto más en ella.

Fue en ese punto que Langa ya no quería llorar. Quería venganza e iba a empezar por aquel que había abandonado a su amigo en primer lugar.

Llamó a Koyomi para consultarle y esta le brindó la información que necesitaba, pues ella también responsabilizaba a esta misma persona por lo que pasó.

Langa tomó el poco dinero que le quedaba, salió de su casa completamente iracundo, sin siquiera cambiarse el pijama, y se dirigió a la casa del padre de Reki. Planeaba ir y preguntarle qué había pasado ese día, por qué Reki tomó esa terrible decisión justo después de visitarlo, estaba ansioso por gritarle...

Para su mala suerte, la culpa asustó a Koyomi y esta terminó llamando a Nanako para que intervenga, quien se apresuró en llegar antes que su hijo.

Lamentablemente, ella encontró a ambos hombres en medio de una acalorada discusión cuando llegó. Langa estaba a nada de comenzar a agredirlo físicamente, pero ella los separó y obligó a su hijo a irse con ella. Este no pudo aguantarlo más y estalló en llanto.

Ghost of You (Renga - SK8 The Infinity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora