𝐃𝐀𝐌𝐍 𝐘𝐎𝐔 ━ Nikki Sixx.

Capítulo 10.

¿Qᴜᴇ ᴅɪᴀʙʟᴏꜱ ʜᴀᴄᴇꜱ?

Sunset Boulevard, 1983.

Ayudé a los demás a prepararse para el show de esta noche. Los ayudé a vestirse e incluso los pinté un poco. Tommy estaba muy emocionado de salir a escena, decía que el estar en el escenario lo hacía sentirse vivo. Vince estaba emocionado también, pero él prefería salir más que todo para ver a las chicas que llegaban a verlos y Mick... Pues es Mick. No sé con exactitud cómo se sentía Nikki, ya que nunca hablaba de esas cosas con él.

Nikki entró al camerino, quería evitarlo a toda costa después de lo que había pasado. Al sentir que se acercaba a mí, tomé su ropa y volteé lanzándosela en el rostro, a tal punto que logré cubrirle la cara. Así era mejor, no lo veía al rostro y podría huir de aquí. Él se quitó la ropa de la cara y me miró con molestia.

—Ya sabes dónde vestirte —dije a punto de salir del camerino, pero él me tomó del brazo evitando que me fuera.

—Hey, estás huyendo de mí —sentí su mirada encima de mí y yo hice todo lo posible por no mirarlo.

Mantuve la mirada gacha, hasta que sentí su mano en mi mentón y me obligó a que le mirara. Traté de soltarme de su agarre, pero él me tomó de los dos brazos y me presionó contra su cuerpo.

—Suéltame —lo miré furiosa.

—¿Te molestó que dijera que estaba con Lita? —preguntó con una sonrisa de lado.

—Me importa un pepino —Él frunció el ceño y sonrió con satisfacción.

—Como digas, Robin —soltó una carcajada—. No creo que a ella le importe compartirme.

—Qué maldito asco —dije entre dientes.

—Eso no decías hace una hora.

Nikki se acercó peligrosamente a mi rostro, miró mis labios y sus manos tomaron mi mandíbula, su pulgar acarició mi labio inferior y lo observé relamerse los labios con su lengua.

—Quiero tenerte otra vez —dijo con voz grave. Sentí como un calor recorrió mi cuerpo y lo miré escandalizada.

—Déjame en paz —le dije empujándolo. Pero fue inútil, ya que él seguía sin soltarme. Él volvió a sonreír.

—Empezaré a vestirme —comentó quitándose la camisa delante de mí.

—Vístete allá —le señale el pequeño baño que había en el camerino.

—Oh vamos Robin, no es nada que no hayas visto antes o al menos hace una hora, ¿quizás?

—¿Qué estás haciendo, imbécil? —le pregunté acercándome a él—. Desde que llegué te has esforzado por hacer de mi vida imposible, además dijiste que me odias... Debería darte asco, así como tú me das asco a mí.

—Sigue creyendo eso —me guiñó uno de sus ojos—. Además no creas que eres importante, eres una más del montón —dijo serio. Lo miré furiosa y en ese momento llevé toda mi furia con mi mano para soltarle una bofetada.

—¡Vete al demonio! —exclamé saliendo del camerino furiosa. Escuché la risa maniaca de Nikki detrás de mí y eso me hizo enfurecer más.

—¿Qué pasó? —preguntó Doc mirándome con preocupación.

Los demás me vieron alarmados en cuanto salí del camerino. Doc se acercó a mí con tal de hablarme pero negué varias veces obligándome a morderme la lengua y sin decir una sola palabra me fui.

Después de calmarme como por cuarenta minutos, así es, cuarenta minutos. Tuve que regresar... Para mi fortuna, el concierto ya había iniciado y todos estaban en el escenario. Ya no tendría que lidiar con él como por dos horas y eso estaba bien.