—¡¿Naruto, me estás escuchando?!— el mencionado parpadeó repetidas veces y la miró.
—Diablos, lo siento... Eh... trataré de arreglar...— balbuceó.
—Estoy terminando contigo— señaló ella, mirándolo con el ceño fruncido —Ni siquiera así me prestas atención— reclamó y se puso de pie.
—Hinata...— a punto de decir algo, se detuvo al verla negar —En verdad lo lamento.
—Está bien, siempre supe que tenía un segundo lugar en tu vida. Intenté aguantar, pero es demasiado para mí. Tu ausencia ya no es solo a causa de tu trabajo— suspiró —Eres un buen hombre, espero que encuentres a alguien que logre captar tu atención.
Ella se marchó, la siguió con la vista hasta que dejó el café donde se habían detenido a conversar y luego suspiró.
¿Había algo malo en su cabeza? ¿En su corazón? ¿Por qué, aún al haber terminado un noviazgo de cinco años, no sentía nada?
La Tierra era demasiado pequeña, se dió cuenta de ello en su primer viaje. Y después, mientras más salía de su órbita y observaba el universo, más comprimido se sentía al regresar. Su pensamiento volaba hacia millones de estrellas, de controles y mecanismos; ya era un extranjero en su propio mundo.
Otra vez se quedó mirando a la nada, sin pensar y pensando en miles de cosas a la vez. Sabía que eran las ansias por la misión que se acercaba, una para la cual se ofreció y le daría mucho reconocimiento a su carrera. Siempre se ponía en ese estado de ensoñación cuando la fecha de despegue era inminente.
El celular vibró en el bolsillo de su chaqueta y después de desdoblar la pantalla transparente, se lo llevó al oído.
—Comandante, adelantaron la hora del viaje a Texas hasta las 17:00— se escuchó del otro lado.
—Mejor aún— exclamó, y después de pasar su reloj sobre el centro de la mesa para pagar su cuenta, caminó hasta la salida —¿No estás ansioso?
—No soy como usted. Aún no quiero ser parte de la consola del cohete— Naruto soltó una carcajada que atrapó más de una mirada y dejó el café.
—Nos vemos en el aeropuerto entonces, en dos horas— concluyó y doblando de regreso su teléfono, lo guardó.
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Tras cuatro horas de vuelo, y una y media en auto, el comandante Naruto Uzumaki y el piloto Shikamaru Nara, llegaron al cosmódromo de Houston, Texas. Como ya era acostumbrado, dejaron sus pertenencias en una habitación de hotel y se dirigieron a la reunión informativa.
—El viejo Sarutobi está más cascarrabias que de costumbre— se quejó el piloto y Naruto sonrió, mientras arreglaba la corbata de su uniforme negro —¿Ya leíste el currículum de la nueva recluta?
—Eh...
—A veces me pregunto como llegaste a comandante— bufó su compañero.
—Si la aceptaron en la tripulación, por algo será— se justificó.
—Se supone que debes darle el visto bueno— murmuró, justo antes de abrir la puerta.

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ENTRE MUNDOS (Terminada)
FanficEn un futuro próximo, el comandante Naruto Uzumaki, ya no sentirá la tierra como su hogar. Él y su tripulación emprenderán un largo viaje hacia las estrellas, con rumbo a la reciente colonia marciana. Accidentes imprevistos ocurrirán, y lo harán con...