ENTRE MUNDOS (Terminada)

16 𝚂𝚘𝚛𝚙𝚛𝚎𝚜𝚊

—Yo no puedo creer eso que me estás diciendo— murmuró Sasuke, aún desnudo y cubierto con una sábana, abrazando sus rodillas.

Naruto se movió para quedar frente a él, y más cerca, acarició su cabello.

—Shisui vió las ruinas— le recalcó —Sasuke, tú mismo lo sentiste ¿No dices que me estoy convirtiendo en uno de ellos? Eso que ocurrió, cuando estábamos... las marcas, la sensación de unión...— exclamó, señalando en su abdomen los nuevos arabescos que poseía —¿Crees que algo como eso puede ser dañino?— le sujetó ambas mejillas con las manos —Quien sea que haya roto los millones de lazos entre los yarks, hace siglos, no tiene corazón.

—Pero los altos mandos, el regente... ¿Por qué dirían una mentira como esa?— inquirió.

—No lo sé. De lo que sí tengo certeza, es de que tú eres lo más importante para mí. Lo único que tengo ahora— señaló —No quisiera verte involucrado en ningún problema, pero no es correcto quedarse de brazos cruzados cuando se está cometiendo una injusticia delante de tus narices.

El sanador se puso de pie envolviendo su cuerpo con la sábana negra y se quedó de espaldas a Naruto por unos minutos. Él suspiró y lo siguió, abrazándolo por detrás y apoyando el mentón en su hombro.

—¿Sabes lo que implica romper las leyes?— preguntó Sasuke.

—¿No lo acabamos de hacer?— el comandante apretó el agarre alrededor de su cintura —No sé lo que vaya a ser de mi vida de ahora en adelante, pero quiero que estés tú. Que no tengamos que escondernos y que de aquí a unos años, los yarks puedan conservar sus personalidades y no comportarse como muñecos autómatas, obedeciendo órdenes y profesiones impuestas por una absurda computadora.

—Naruto...

—Eres más que un sanador, Sasuke. Sasuke...— repitió —no 2307.37. Es un nombre hermoso, y si crees que es muy corto, pues te comparto mi apellido. Pero los seres vivos no se llaman por números, como si no fuesen más que objetos.

Los hombros del pelinegro temblaron ante un sollozo y Naruto lo obligó a voltearse, para quedar frente a frente. Solo necesitó inclinarse un poco para dejar un suave beso sobre sus labios.

—No sabía que Shisui e Itachi...— admitió.

—Itachi es una buena persona, algo estresado, pero bueno al fin y al cabo. Ellos también tienen derecho a amarse, todos en éste planeta lo tienen— acarició su barbilla con el pulgar y luego levantó un poco su mentón para que lo mirara a los ojos —¿Te unes?

—Me preguntas eso cuando ya diste la muestra para hacer el antídoto— bufó.

—¿Eso significa...?— insistió.

—Estoy a cargo de tí, tengo que estar a tu lado, ¿no?— preguntó con tono sarcástico, pero sonrojado.

—Tienes que estarlo, sí— Naruto sonrió amplio y lo abrazó, aplastando sus labios por segunda vez y mordiéndolos un poco cuando se separó —Tengo hambre, no como hace más de veinticuatro horas— se quejó.

—Yo tampoco— admitió Sasuke —Pediré algo.

El comandante lo soltó y lo vió ir hasta un panel eléctrico que estaba al lado de la puerta de la habitación. Un holograma azul salió y comenzó a mover la mano y señalar extraña letras.

—Te espero en el baño— le dijo al oído cuando pasó a su lado y sonrió ladino al verlo tenzarse.

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—¡No sé por qué no funciona!— gruñó Shisui, dejándose caer en su silla y resoplando frustrado.

Sasuke se acercó y leyó nuevamente los resultados de la última prueba realizada a una muestra de sangre de yarks.