10 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚊𝚌𝚝𝚘

2.5K 394 157
                                    

Volaron hasta bien estrada la tarde, ya cuando el Sol se había puesto y en el cielo aparecían las primeras estrellas. Si fuera por el comandante, habrían estado por lo menos par de horas más recorriendo la ciudad, pero Sasuke insistió en que debía alimentarse.

Naruto se las arregló para conducir en el tráfico, bajo las indicaciones del sanador. Llegaron fácilmente hasta su vivienda y después de aterrizar en el balcón y bajar de un salto, el comandante se estiró y masajeó su cuello, aún con una sonrisa en la boca.

—Eso fué increíble. Extrañaba pilotar— admitió.

—¿Lo hacías mucho en la Tierra?— preguntó Sasuke, descendiendo del vehículo y acercándose.

—Hace años, sí, pero después de ordenarme comandante, no mucho. Gracias por dejarme.

—Puedes hacerlo cuando quieras. Seguro al terminar tu adaptación, el consejo te otorga tu propia nave... junto con tu vivienda— murmuró lo último —Pediré algo para cenar— Naruto asintió, lo vió entrar y desplegar una pantalla holográfica junto a la puerta.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó un pequeño droide volador con una caja de entregas. Sasuke la recibió y sirvió en cuencos separados. Naruto degustó cada nuevo plato. Nunca fué quisquilloso con la comida, así que no le desagradaba probar alimentos de aspectos extraños, pero sí debía admitir que los sabores era muy variados y exquisitos.

Sasuke le habló sobre los diferentes tipos de animales que abundaban en Yarkost y de los cuales se podían alimentar, también de las frutas y legumbres. Todo variado, colorido y casi fantástico.

—Estoy repleto— exclamó —Creo que tendré que reanudar mi rutina de ejercicios si no quiero engordar aquí— señaló, logrando que Sasuke sonriera.

—Tambien pedí sok— le mostró un una botella de metal pulido.

—¿Una bebida?— preguntó con interés. Sasuke asintió y después de buscar dos vasos limpios, lo sirvió.

El sok sabía a cerveza clara y afrutada, muy suave. Naruto rió, dudaba encontrar algún tipo de  alcohol en ese planeta, teniendo en cuenta lo organizados que eran los yarks. Igualmente no le importaba, nunca fué un hombre que disfrutara embriagarse.

Con la bebida y los vasos, salieron al balcón, colocando la botella en la gruesa baranda de metal. Había sido un día estupendo, a pesar de la desagradable noticia de la mañana, por alguna razón se sentía más tranquilo. La aceptación estaba llegando a él, y después de todo, había tenido muchísima suerte al encontrar Yarkost.

Dando otro trago a su bebida, sintió como Sasuke colocaba la mano sobre su antebrazo. Nuevamente estaba teniendo esos acercamientos. Lo ignoró por un momento, pero la curiosidad ganó, obligándolo a preguntar.

—¿Por qué haces eso?— lo miró a los ojos. Sasuke retiró su mano rápidamente y de nuevo hizo ese gesto nervioso de frotárselas entre sí.

—Lo siento, no sucederá de nuevo— Naruto colocó un semblante serio y alcanzó sus manos, logrando que lo mirara sorprendido.

—Solo pregunté la razón— señaló. El sanador miró su agarre por unos segundos antes de hablar.

—Parece que no te has percatado de que los yarks no podemos tocarnos entre nosotros— dijo en voz baja.

—¿Qué? ¿Cómo es...? No entiendo— balbuceó confundido.

—Después del gran colapso, nuestro ADN también mutó. Nuestras células se rechazan al hacer contacto con otro individuo, se vuelven intangibles. Por eso es que... te toco en ocasiones.

ENTRE MUNDOS (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora