Ella, que vivió siempre bajo las órdenes y normas. Una joven respetada por todos.
Él a quien siempre le gusto romperlas. Un chico que temido por todos.
Si el destino les hizo conocerse
¿Será difícil estar juntos?
𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐠𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞 �...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑𝟖
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— Hola... — Habló primero Wakasa, saludando a la joven.
— Solo vengo por mis cosas y me iré. — Informo ella fría.
Wakasa asintió y dio un paso al lado para dejar pasar a T/n, ella suspiro pesadamente y entro.
Trato de evitar el contacto visual, paso por su lado y se dirigió directamente a su habitación, entro en ella y empezó a sacar cada cosa que ella tenía en ese lugar, desde ropa hasta accesorios. Caminando de un lado a otro doblando correctamente y metiendo todo en la maleta que traía.
El ambiente era tenso, Wakasa solo se recostó en el borde de la puerta, mirando a Evans caminar algo apresurada, con algo de torpeza dejando caer algunas cosas. Sumando el silencio algo incomodo que inundaba la habitación.
— ¿Los platos de comida de Kei? — Interrogó.
— En la cocina, déjame-
— No. Iré yo — Ella negaba cada ayuda que el trataba de darle.
Evans se dirigió a la cocina, agarro las cosas del minino y las guardo, después de unos cuantos minutos ya había finalizado, todas sus cosas ya iban en la maleta. La cerro y se la coloco en uno de sus hombros para caminar hasta la salida.
Iba a tomar el pomo de la puerta, pero se detuvo, su mano se apretó en un puño, tomo un poco de aire y hablo.
— ¿No dirás nada? — Le preguntó sin verle. No escucho respuesta alguna por lo que se giró a protestarle — ¡Mierda Imaushi, di una maldita palabra!
— Solo vete. — respondió sin fuerza alguna. Evitando que los sentimientos ganaran.
— ¿Por qué no quieres que simplemente me quede? ¿Por qué no puedes entender que yo quiero quedarme aquí contigo? — T/n cuestionaba a modo de protesta, con movimientos en su mano y esperando una clara respuesta de parte de él.
— T/n... — Wakasa pensó lo que diría y se dirigió a ella — Puedes ser quien tú quieras en la vida, eres muy brillante. Eres lo mejor de lo mejor y no tolero la idea de ver cómo te estancas.
