Capítulo 12

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—¿Qué está pasando exactamente entre Amelia y tú? —mi compañero fue al grano una vez que el departamento de ventas nos dejó solos para terminar de firmar la mercancía promocional de la siguiente carrera, fue el primer momento del día en el que estuvimos prácticamente solos.

—Aún nada —respondí en medio de un suspiro.

—¿Aún?

—Ella... me gusta —confesé.

—Eso ya lo sé —fruncí el ceño por su declaración pero él continúo hablando—, lo que no sé es en qué momento sucedió todo este asunto de la cita que supuestamente tuvieron y está en internet, Max, ustedes ni si quiera se llevaban bien y ahora ¿salen?

—Somos amigos, mejores amigos —me corregí—, pero eso es algo que se me salió de las manos —traté de explicar, pero mi compañero negó tranquilamente.

—¿En qué momento ella dejó de querer lanzarte frente a un Mercedes en movimiento? —insistió.

—Francia, creo, el día después del premio; yo había sido un total idiota con ella antes, incluso tuvo que lidiar con Mackenzie por mi culpa y cuando ella se quedó a pasar unos días luego de la carrera me acerqué a ella, nos hicimos amigos

—¿Te auto metiste a la friend zone? —me interrumpió.

—¡Era la única manera! —me defendí—, ella no iba a ser más que cordial conmigo porque creía que Mackenzie era mi novia —Checo negó en medio de un suspiro y se rio por lo bajo.

—Soy el peor niñero del mundo —murmuró despeinando su cabello.

—Amelia dijo que no quería que te sintieras como su niñero, no estás aquí para eso y ella no está aquí para ser una carga

—¿Ella cree que es una carga? —mi compañero parecía desconcertado—, tengo que hablar con ella también —decidió—, no es una carga y no es que sea su niñero, es solo que su hermano es mi amigo y me pidió cuidar de ella y ahora la ven cenando contigo

—No quiero ofenderme, pero eso sonó como a que soy la peor de sus opciones —aquejé.

—No es solo que su hermano sea mi amigo, Max, ella también lo es, es importante para Caro y es importante para mí, lo último que quiero es que sea quien menos gana en todo esto, dijiste que tuvo que lidiar con Mackenzie, ahora será la prensa ¿y será solo por un rumor?

—Arreglaré lo de la prensa, lo hablé con Christian y con ella —informé haciéndolo asentir de acuerdo—, pero no quiero que sea un rumor, ella también es importante para mí, es importante de una manera distinta

—De acuerdo —externó después de un par de segundos—, solo te diré que demuestres que ella en verdad te importa, las amenazas para que te comportes no vendrán de mí, pero si más pronto de lo que te imaginas

—Sí suena a amenaza eso último —opiné haciéndolo reír, terminó de firmar la última gorra en sus manos y me miró.

—Quizá sea un fin de semana largo para ti, amigo

—Basta, me estás asustando

—Y no has visto nada —continuó sin dejar de sonreír—; ¿ya terminaste? —señaló la gorra en mis manos y asentí—, vámonos entonces, me vas a ayudar a buscar a mi familia, ya deberían estar aquí —decidió poniéndose de pie luego de mirar el reloj en su muñeca.

—Pero quería ir con Amel...

—No, no, no, déjala descansar un momento de ti, y a Welch —interrumpió—, vamos, andando —apresuró.

Encontrar a la familia de mi compañero en compañía de una chica de largo cabello negro que no reconocí, nos tomó solo diez minutos, estaban fuera de nuestro comedor en una de las mesas con sombrilla teniendo lo que parecía una animada conversación con Raikkonen, que se veía bastante cómodo en aquella situación.

RECOMPENSA | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora