De China llega algo extraño

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-Vuelva aquí viejo pervertido!

Ranma Saotome corre a través del pasillo intentando alcanzar al desconsiderado maestro Happosai, quien esa mañana, como tantas otras, se coló en su habitación y le aventó un balde de agua fría, convirtiéndolo de inmediato en una exótica pelirroja de ojos azules con el torso desnudo.

-Atraparme será parte de tu entrenamiento, muchacho!-grita el viejo saltando por toda la sala.

Nabiki, la segunda hija de la familia Tendo cuelga el teléfono y admira la situación de una mañana normal en casa.

Akane y Kasumi, la menor y mayor de las hijas de Soun Tendo han terminado de colgar la ropa en el patio y se dirigen a la cocina hablando de cualquier tema.

Soun y Genma miran sin interés la televisión, ignorando el desorden que ha causado el maestro Happosai.

-Acaban de llamar de la tienda de antigüedades. Alguien ordenó algo? -pregunta Nabiki.

Happosai detiene su escape y es alcanzado por una fuerte patada de Ranma, ya convertido en hombre.

-Se lo merece, viejo degenerado-el chico de la trenza, aún con el pie sobre la cabeza del maestro termina por caerse de espaldas cuando el anciano, de un brinco, se pone de pie.

-Quien dices que llamó, Nabiki?-pregunta el viejo con los ojos muy abiertos.

-Hinno, de la tienda de antigüedades-repitió la chica inclinándose frente al pequeño maestro-Lo conoce, maestro?

-No tengo idea-contestó el aludido-Genma, Soun, Ranma, su maestro tiene cosas que hacer, volveré para la cena.-añadió con la intención de salir de la sala donde todos estaban reunidos.

-Una momento viejo, explíquenos que diablos hizo ahora-Ranma se paró frente al maestro, dispuesto a no dejarlo pasar.

-Hazte a un lado, muchacho, a menos que quieras terminar tu vida hoy mismo-el aura de Happosai se elevó como nunca antes, dejando a todos los presentes sorprendidos.

Akane y Kasumi, que apenas regresaban, se detuvieron junto a Nabiki.

-Qué pasa?-inquirió la mayor de las hermanas.

-No estoy segura-respondió ella-Deberías ayudar un poco a tu prometido, Akane-añadió

-Qué se supone que haga?, ni siquiera sé qué está pasando-la menor sostenía en sus manos una bandeja con trozos de sandía.

Nabiki, como digna hija del dojo Tendo, con un rápido movimiento al que ella llamaba "fénix dorado", levantó la falda de su hermana Akane, dejando expuesta la ropa interior de encaje rosado que usaba esta.

La tensión del ambiente se esfumó en un instante pues Ranma y el maestro Happosai contemplaron el bien formado cuerpo femenino que se mostraba ante sus ojos.

-Nabiki!-gritó Akane furiosa
-Por favor, Nabiki-regañó la mayor-No molestes a Akane.

Ranma parpadeó al mismo tiempo que la tela azúl volvía a cubrir las piernas de su prometida y entonces volvió a sus sentidos, golpeó al maestro en la cabeza, que asombrado huyó, y lo persiguió a través de todo Nerima.

Sin los dos ruidosos artistas marciales, la familia Tendo se dispuso a disfrutar de las jugosas sandías, perfectas para refrescar el calor del verano.

-Nabiki, que quería la persona que llamó?-Soun Tendo observó atentamente a su hija esperando una respuesta.

-No lo sé, papá, dijo que ya había llegado nuestro pedido.

-Y tú que le dijiste, hija?

-Qué probablemente estaba equivocado.
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-Ranma, mira nada más-Akane cubrió una pequeña herida en el pómulo del muchacho de cabello trenzado con una bandita amarilla.-No tenías que seguir al maestro hasta el fin del mundo.

-Tú lo dices por qué no es a ti al que molesta todos los días-respondió el ojiazul, evitando mirarla directamente.

El rostro de Akane estaba tan cerca al suyo que si él quisiera besarla, ella ni siquiera tendría tiempo a reaccionar.

Carraspeo ante la idea que cruzó por su mente. No es que él quisiera hacerlo de todas formas.

-Listo-anunció la chica dándole un ligero golpecito en la herida con el dedo índice.

-Ay, que me duele!-se quejó exageradamente él

-Eres un llorón, Ranma-fue la respuesta de Akane, que sonrió con dulzura a su prometido antes de levantarse para irse.

-Tonta-susurró el chico cuando ella casi salía del dojo.

-Te escuché, malagradecido-le contestó desde la puerta y se giró para sacarle la lengua.

Ranma dejó escapar un pesado suspiro.

Marimacho. Fea. Plana.-se repitió mentalmente para convencerse. Pero en realidad, Akane era muy linda, aunque él nunca lo admitiría, ni en un millón de años.

Salió del dojo y caminó sin prisa hacia la casa. La tarde tenía un inusual tono entre rojo y naranja. A medio camino alguien llamó desde la entrada.

-Ahora quién será?-musitó golpeando su cara con su mano suavemente-Un momento!

Abrió la puerta y encontró a un hombre un poco mayor que él, llevaba una gorra y un chaleco azul.

-Hola, familia Tendo, verdad?-saludó el recién llegado

-Sí-respondió él sin muchas ganas

-Tengo un paquete que entregar, me firma de recibido aquí, por favor-el joven extendió un sobre amarillo y una página que él firmó tras apenas dar una breve lectura.-Llegó está mañana, pero como nadie lo retiró mi jefe decidió enviarlo.

-Gracias-Ranma sostuvo el sobre frente a sus ojos, tratando de adivinar qué había dentro. No había remitente, ni tampoco decía para quien era. Lo único escrito en tinta negra era la dirección de los Tendo.

El joven mensajero subió en su motocicleta y se perdió entre las calles de Nerima. Ranma finalmente entró en la casa y subió los escalones que lo llevaban a su habitación. Se dejó caer en el futón y se quedó dormido.

Eran casi las 8 de la noche cuando despertó. El tío Soun y su padre se habían ido de copas, aparentemente, y Nabiki otra vez había salido con sus amigas al cine. No sabía dónde estaba Kasumi y Akane estaba totalmente inmersa mirando una película de terror en la sala.

Volvió a su habitación después de asaltar la cocina como un ninja, evitando encontrarse con su prometida. Tenía casi veinte años y la idea de estar a solas con ella le hacía demasiado ruido en la cabeza.

Se sentó en posición de loto y empezó a devorar su botín. Entonces, notó el sobre que horas antes había recibido.

-Veamos, que tenemos aquí-se dijo a si mismo, mientras rompía con cuidado el sello rojo del sobre.-Esto es...

El corazón le dió un vuelco. Más bien dos. Y luego dejó de latir..

Ranma vuelve a ser un hombre?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora