Dime su nombre

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-Ya déjame-dijo con molestia, asiendo de la muñeca con brusquedad a la chica, que insistía en curar la herida que él tenía en el pómulo izquierdo.- Quiero que me digas la verdad ahora mismo.

-No sé qué más quieres que te diga. No pasa nada entre Ryoga y yo. Él solo está confundido, ya te lo dije.

-Entonces, explícame lo que escuché. Lo que acabo de ver con mis propios ojos!.

-Ranma-se quejó Akane, adolorida por el agarre de su prometido.

-Dilo!-exigió tan cabreado que ni siquiera notó la cantidad de fuerza que estaba usando en ella.-Cómo es que el tarado de Ryoga sigue inconsciente en nuestro patio, siendo él mismo a pesar de toda esa lluvia.

-Ranma, me estás lastimando, suéltame. Ni siquiera entiendo de qué estás hablando, por qué le afectaría en algo la lluvia a Ryoga?.

-Deja de jugar y dime de una buena vez que tanto hiciste con ese imbécil mientras yo no estaba en casa!

-De qué estás...?-los ojos de Akane se abrieron, tan amplios como podían-Ryoga también es un maldito de Jusenkyo!-exclamó con sorpresa.

-Y vas a fingir que no lo sabías ya? Que Ryoga no te pido que rompieras su maldición? Dime, te acostaste con él ayer mientras yo no estaba, verdad?

-Qué?! - con la indignación en el pecho Akane volvió a recomponerse y haciendo uso de todas sus fuerzas logró zafarse del agarre y ponerse de pie- Claro que no!, cómo te atreves Ranma Saotome, quien crees que soy!

-Hipócrita, mentirosa y todavía te atreves a negarlo!-vociferó imitándola con rapidez.

Un ardor se instaló en su mejilla con la cachetada más dolorosa que le habían dado en toda su vida.

Y, aún en contra del buen juicio, su incontenible boca volvió a hacer de las suyas.

-Por eso estabas suspirando tanto hoy.-dijo-¿Por eso me besaste en el dojo? Querías compararme con Ryoga?.

-Eso es lo que crees, en serio? A tu estúpido cerebro eso es todo lo que se le ocurre?.

-

-Solo dímelo, dime qué pasó entre ustedes dos ayer.-exigió con el gramo de paciencia que aun le quedaba.

[En este momento puedo creer cualquier cosa que me digas, Akane, solo niegalo, niega que Ryoga y Tú...].

-Ya te lo dije, él solo estampó sus labios en los míos y luego huyó sin darme tiempo a nada-intentó explicar ella.

-No me digas?, hasta donde sé tú eres capaz de golpear a cualquiera, incluyéndome a mí, que te intente besar. En serio esperas que te crea, mentirosa!.


-Eres un imbécil, Ranma. Lárgate, no quiero volver a verte nunca más en mi vida.

-Akane...bien, ahora todo me queda claro. Me iré ahora mismo.
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-Pero qué demonios! De donde salió está lluvia!. Había un clima tan agradable hace un momento.-tomando en sus brazos al cerdito negro y casi arrastrando con la pesada mochila, Ukyo logró llegar hasta la cueva al pie de la montaña en la que planeaba refugiarse mientras la lluvia terminaba.

-Cuik, cuik, cuik- chilló el animal, desesperado entre sus brazos y su pecho.

-Ya cállate, me vas a volver loca!-la chica golpeó con sus nudillos la cabeza de P-chan que en respuesta le mordió el brazo en que lo sostenía.

Ukyo volvió a golpearlo, obligándolo a soltarla, está vez con más fuerza. P-chan se estrelló contra el suelo y permaneció allí sin moverse mientras ella gritaba histérica.

Ranma vuelve a ser un hombre?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora