Todas ellas saben la verdad!

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-Ranma me las pagarás!-Ryoga salió del baño de los Tendo cubriéndose con una diminuta toalla.

Anduvo sin estar seguro de en qué parte de la casa estaba durante varios minutos hasta que por fin regresó a donde suponía estaban aún su linda Akane y el idiota de Saotome, pero ninguno de ellos estaba allí. Se rascó la cabeza frustrado y deambuló un poco más por la casa sin saber a dónde iba realmente.
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-Cierra la puerta y siéntate-ordenó su prometida al entrar en su habitación-Déjame ver dónde lo dejé.

Ranma obedeció y cerró la puerta tras de él. La habitación de Akane fue siempre tan pequeña y calurosa?

La chica tomó su botiquín y se sentó en la cama buscando distraídamente algo con lo cual, ella le había dicho, desinfectaría la herida más profunda en su rostro causada por el cerdo.

Y ahí estaba él ahora, a solas con su prometida y con el corazón latiendo a todo galope.

Bueno, no es como que tenía que pasar algo más entre ellos.

Tampoco es que ella se lo permitiría y él ni siquiera quería hacerlo, de modo que...

-Lo encontré-avisó finalmente la chica sacando un diminuto y plano envase blanco.-Qué haces ahí?-añadió al verlo todavía pegado a la puerta-Ven a sentarte-le indicó señalando la silla frente a su escritorio.

Con pasos robotizados se acercó al sitio señalado y se sentó inseguro, dudando sobre si decir alguna broma estúpida o solo quedarse callado y salir rápido de aquel lugar.

-No sé por qué se pone así contigo-empezó a disculparse la chica mientras tomaba un poco del ungüento en sus dedos.

-Pues porque tú lo consientes demasiado -respondió cruzándose de brazos- ese cerdo estúpido...

Akane se levantó de la cama y se apoyó en el escritorio frente a él. Después de unos segundos de silencio ella asintió con tristeza.

-Por lo general P-chan es muy cariñoso con mis amigas-empezó a explicar mientras desinfectaba la herida

-ay, eso quema, Akane!-se quejó exageradamente él pero la chica lo ignoró

- Y lo es también con toda mi familia, solo se pone celoso cuando se trata de ti-con el contenido en sus dedos Akane cubrió la superficie, causando un poco de ardor en su piel.-Listo!-anunció feliz y satisfecha con su logro del día.

Además de ser pésima cocinando, su prometida era terriblemente poco delicada curando sus heridas, pero él nunca se negaba a seguirla, porque, pues, él disfrutaba esos momentos en los que Akane era tan...linda con él.

Para cuando reaccionó, la chica ya estaba alejándose de él para volver a salir.

-Akane-llamó al sentirse abandonado y por un segundo se arrepintió de hacerlo.

-Dime, Ranma.-contestó ya casi en la puerta de la habitación.

-Yo...pues...es que creo que P-chan me arañó también en el cuello-mintió-me duele un poco, puedes revisar, por favor?

Ello lo miró con un dejo de ternura que por supuesto él no pasó desapercibido.

-Ahora que lo dices, me parece que tienes más arañazos.-respondíó acercándose nuevamente a él.
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-Akane, yo estaba pensando, es que olvidé agradecerte por tu ayuda la otra noche cuando me besaste, es decir yo te besé, más bien tú y yo nos besamos en el parque y...

Agradecer su ayuda? Que idiota, no así no!-se reprendió mentalmente Ranma.

Algo más natural, algo como un:

Ranma vuelve a ser un hombre?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora