1. Solo y arruinado

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Namjoon vivía solo en una ciudad atestada de personas. Completamente solo, no tenía amigos ni familiares cercanos a los que acudir por compañía o apoyo.

Sus padres vivían en Ilsan en un fabuloso complejo residencial exclusivo para personas de alta clase social y aún así no le mandaban ni un centavo. Estaba bien, Namjoon no quería de su dinero, no desde que decidieron que sí el no era médico o abogado entonces tampoco era su hijo. Y Namjoon estaba de acuerdo, el sería lo que quisiera ser aún si eso significaba quedar completamente por su cuenta. Desde niño fue independiente y con una fortaleza envidiable, aparte de una portentosa inteligencia, estaba seguro de que podía salir adelante consigo mismo como único acompañante.

Pero la realidad le golpeó duro una vez se mudó a Seúl, queriendo empezar de 0. Claro, tenía sus ahorros y fueron suficientes para pagar su carrera en Filosofía y Letras en una universidad pública, pero una vez se graduó las cosas fueron cuesta abajo. Seguía solo, quebrado, trabajando día y noche para sobrevivir medianamente y ninguna editorial que quisiese financiar sus escritos donde derramaba tanto de su Alma.

A sus 26 años se sentía acabado.

Se sentía especialmente arruinado esa noche. Salió exhausto de su turno en el taller de autos en el que, de a poco, se había vuelto útil, tenía poco dinero en su bolsillo y una mente tan pesimista que no sentía las fuerzas para lidiar con ella.

Como era costumbre, camino a un parque cercano al Río Han, los árboles frondosos rodeaban la zona pero cerca al río todo se despejaba para dejar que la Luna proyectase toda su luz directo a las ondas de agua dulce. Namjoon no necesitaba más que eso para calmar su agitado interior, la Luna brillando sobre él era la única compañía que tenía segura, donde podía respirar con tranquilidad, donde se sentía extrañamente seguro, la luna le otorgaba un poco de lucidez y calma, un poco de esperanza.

Suspiró, tirándose en el césped como sí sus fuerzas solo alcanzaran para eso y sonrió a la luna.

-Hoy también has tenido que cargar con el peso de la noche tu sola ¿no es cierto? -Susurró al satélite refiriéndose a la ausencia de estrellas esa noche -Yo también estoy solo hoy pero me alegra que nos podamos acompañar -Una melancólica sonrisa se dibujo en sus labios y cerró los ojos momentáneamente, pero el cansancio le podía y en algún punto se rindió al sueño.

Moonfairy [Minimoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora