5. Pie Izquierdo

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No quería despertar, muchas veces deseaba que las noches fueran más largas y las mañanas no le pesaran tanto. Creía que tenía más tiempo para dormir pero algo fastidioso estaba removiendolo y llamando a su nombre, alguien con tan poca decencia por andar despertandolo.

—Yah, solo un minuto más —Se quejó quitando esa pequeña mano que le pellizcaba las mejillas... Pero Namjoon no conocía a nadie con manos pequeñas y menos de alguna persona que tuviera acceso a su apartamento.

Abrió los ojos asustado, encontrándose con la imagen más hermosa que había visto en toda su vida.

Había visto hombres bien parecidos antes, claro que sí, pero el que tenía encima suyo, literalmente a horcajadas sobre él y con ambas manos en su pecho, no podría compararse con ningún humano, quizá porque no lo era.

Su cabello rubio y con pequeños rizos parecía brillar sobre esos pequeños ojos azul profundo, sus mejillas rosadas y labios gruesos y rojizos con una inocente sonrisa. Verlo en un tamaño normal era totalmente distinto de verle pequeño, tal vez por su astigmatismo, en fin, el punto era que ese rubio le robó el aliento a Namjoon; quién nisiquiera entendía que hacía encima de él con tanta confianza.

—¡Al fin despiertas! —Exclamó el hada sentándose en el estómago del castaño. No pesaba mucho, pero ¡estaba sentado encima de él!

—Si... escucha, no puedes subir encima de las personas sin su consentimiento, es muy raro —Dijo el más alto

Tomó a Jimin por la cintura, la cual era muy pequeña, lo levantó con la facilidad con la que levantaría una pluma y lo tiró sin delicadeza al otro lado del colchón. Ni siquiera necesitaba una explicación del porque estaba ahí, solo quería que ese rubio dejara de invadir su espacio personal.

—Lo siento —Se disculpó Jimin con un puchero y con el cabello un poco alborotado por la brusquedad del castaño, Namjoon no podía mantener la vista sobre eso —Pero eso no es lo importante. Tenías una cosa que sonaba y no se callaba y la tuve que meter en aquella caja de frío ¡Pero aún no deja de chillar! ¿Crees que le dolerá algo?

Preguntó el rubio preocupado mirándolo con esos ojitos azul brillantes, sin embargo, Namjoon ignoró todo aquello y se levantó tan rápido como pudo para asegurarse de que no fuera tarde y de que la alarma siguiera en buen estado, aún estando en la nevera.

—Jimin —Llamó Namjoon seriamente cuando abrió la nevera y solo estaba el despertador sonando.

Lo bueno era que tenía tiempo de prepararse adecuadamente para el trabajo. Y bueno... no es como que tuviese demasiado en la nevera, pero lo que tenía debía haberle durado una semana.

El aludido corrió hasta la cocina y estando cerca de Namjoon notó su seriedad y bajó la velocidad, acortando la distancia con pequeños pasitos inseguros, se paró tras su ancha espalda mirando hacia donde él lo hacía, dentro de la nevera.

—¿Si...?

—La nevera está vacía —Señaló Namjoon y le miró acusativamente.

—¿Esta caja se llama Nevera? —Preguntó con genuina curiosidad. Namjoon suspiró con cansancio.

—Mira, te estoy dejando quedarte aquí ¡Pero no puedes simplemente llegar, comerte toda mi fruta y faltarle el respeto a mi espacio personal!

Bufó Namjoon haciendo que Jimin bajara la cabeza apenado.

—Perdón, por la noche tuve hambre y... no sabia que te molestan los mimos. No se va a repetir —A Namjoon casi se le ablanda el corazón con el puchero del hada, de no ser porqué este fue cambiado rápidamente por un mohin —No estaría aquí si no fueras reventado mi burbuja

—Otra vez va la burra al trigo

—No seas grosero, la burra no tiene nada que ver con esto —Jimin enojado puso las manos en las caderas y lo miró con reproche

Namjoon dejó los ojos en blanco, estaba más malhumorado que de costumbre y todo tenía un nombre: Jimin.

Sin perder tiempo se metió a bañar e ignoró la presencia del rubio todo el tiempo que le tomó arreglarse. Antes de salir del departamento, dirigió la mirada una vez más hacía donde estaba el hada, sentado en el sillón, jugando con una pequeña bolita amarilla que encontró en la mesa de Namjoon.

—Me voy, en lo que regreso no toques nada, no salgas, no comas más de una cosa, limpia lo que ensucies y mantente a dos metros de JjinJjin, llegaré tarde.

—Que tengas un buen... —La puerta se azotó sin que Jimin pudiese terminar —Día... Es un humano tan amargado —Se lamento el rubio y se levantó para ir directo a ver a JjinJjin, como Namjoon le pidió.

Moonfairy [Minimoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora