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A las cinco de la mañana un fastidioso sonido empieza a escucharse al lado suyo, interrumpiendo su agradable y extraño sueño sobre personas con capas verdes volando por el aire quién sabe para qué.
Palmea por toda la mesita de noche al lado de la cama hasta dar con la razón de aquel sonido, golpea fuerte en la parte de arriba del dispositivo y cuando lo apaga por completo decide volver a dormir.

Sí, Eren solía ser algo perezoso por las mañanas.

Cuando decide que es hora de levantarse, aparta las sabanas de su semi desnudo cuerpo, dejando que el frío de la madrugada le golpee y le haga cubrirse de nuevo, gruñe y abre los ojos para observar el aburrido techo arriba de él. Suspira y vuelve a destaparse, volviendo a ser envuelto por el frío, mas esta vez trata de ignorarlo, dirigiéndose a su pequeño baño para rodearse de pura agua tibia.

Cada gota va cayendo por su moreno cuerpo, pasando por las curvas que formaban sus caderas hasta terminar en la planta de sus pies, moja su cabello castaño y al estar completamente húmedo lo llena de shampoo. El baño no le toma mucho tiempo, a pesar de que el agua tibia era de su agrado y más con este clima tan frío tenia cosas que hacer, la reunión de hoy era de suma importancia según le dijeron unos guardias del castillo y como persona de la realeza (y seguramente por obligación del rey) el príncipe Armin tenia que asistir sin tardar ni un segundo.

Se viste y se coloca los zapatos para la ocasión, su franela de mangas largas cubre su torso y brazos, los pantalones de igual color llegan hasta una parte de su talón de Aquiles, por lo que tenia que arremangar estos hasta estar a la altura que él consideraba perfecta. Vuelve a entrar al baño con una liga en mano y, como era una ocasión formal, tomó cada mechón de cabello hasta tenerlos en la parte de la coronilla, los amarro con la liga y verifico que se veía bien en el espejo, una sonrisa de satisfacción se forma en sus delgados labios y con un poco de agua pasa la mano húmeda por unos mechones de cabello algo necios para que se queden en su lugar.
Con la armadura puesta y su espada a un costado de su cintura, sale de la habitación.

"¡Hey, Eren!" uno de los guardias le llama al entrar en el comedor del lugar en donde se quedaba "Llegas tres minutos tarde, ¿acaso te querías poner bonito para el príncipe?" inquirió el hombre, haciendo que varios de los guardias que ya se encontraban en el lugar empezaran a reír sonoramente y sin preocupación, después de todo, ¿quién iba a escucharlos con la distancia que tenían del castillo?

Eren bufa poniendo los ojos en blanco, pero no estaba molesto realmente, la sonrisa ladina en su rostro lo delataba.

"Cállate, Hannes," Eren dice, dirigiéndose a tomar una bandeja de comida y tomando asiento en la mesa del hombre de cabellos rubios "no creo que con ese vocabulario logres encantar al rey" contraataca, ganando las risas de las personas que estaban en el lugar.

Hannes ríe también, comiendo un trozo del pan con queso y sopa que le dieron como desayuno "Vamos, ¿quién querría encantar a un viejo tan feo como ese?"

"Tu" vuelve a contraatacar Eren, tomando un poco del jugo de manzana.

Las risas aparecen de nuevo, más fuertes que la vez anterior ante la respuesta del castaño, quien sonríe con burla mientras traga su desayuno.

Hannes pasa su dedos índice por debajo de la nariz mientras ríe "Bien, bien. Ganas esta, chico nuevo." ríe más, tomando la bebida en su vaso de metal hasta acabársela "¿Listo para estar horas parado en una reunión sumamente aburrida, muchacho?"

Eren suspira, moviendo por debajo de la mesa su tobillo "Sí, eso creo"

Hannes tuerce los labios "¿Te sigue doliendo?"

"No mucho, comparado con los dos días anteriores, está mejor." Eren contesta "Creo que hasta podría decir que puedo aguantar tres horas de pie"

"Estas exagerando." ríe "Por cierto, ¿ya has intentado lo que te dije? No me has dicho nada al respecto"

El Amor de un Príncipe - Eren x ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora