El Amor de un Príncipe - Eren x Armin

11.

La brisa fría y suave despeina sus dorados cabellos y hacen mover las orquídeas y margaritas que hay en el campo donde está. El sol brilla en el cielo y las nubes lo acompañan haciendo lucir un paisaje lindo y acogedor. 

Empieza a caminar lentamente por el campo, siente sus manos tocar el monte donde están las flores y todo esto le hace sentir tan en paz que no se pregunta en donde se encuentra. Aquello no era importante para él en ese momento. 

Estira sus brazos a cada lado cuando la brisa vuelve a pegar y sus ropas sueltas se mueven al mismo tiempo que lo hace su cabello. Cierra los ojos, sonríe y siente su corazón tranquilo. 

Se siente feliz. 

"¡Armin!"

Voltea hacia donde escuchó aquel llamado y frunce el ceño al no ver a nadie. 

"¡Mi pequeño Armin, ven!" 

Y gira de nuevo, viendo una figura femenina a lo lejos del campo bajo un árbol grande y de hojas verdes. 

Su corazón late con prisa y siente confusión.

Las lágrimas se van formando en sus ojos y espera que esto no sea una ilusión, porque aquella mujer, aquella radiante y hermosa mujer que lo veía con ojos de amor, que le sonreía de una manera pura y tierna mientras que sus ojos lo veían con un brillo que Armin alguna vez quiso volver a ver, era su madre.

Su adorada y querida madre. 

Camina con más prisa, las plantas rozan sus mejillas y algunas rocas pequeñas en el suelo casi hacen que se caiga, pero logra llegar a los pies de la colina donde se encuentra aquel árbol y, con más fuerza que antes, sube esta rápido y ansiando poder hacer lo que tanto ha querido, añorado todos estos años que no la tuvo cerca. 

Su madre extiende los brazos hacia al frente y Armin no piensa dos veces antes de saltar, rodeando con sus cortos brazos el cuello de aquella mujer, quien rodea completamente su diminuto cuerpo, poniendo una mano en su espalda y otra debajo de sus piernas para poder cargarlo. 

Como recordaba, era cómodo. 

La mujer le hace dar varias vueltas mientras ríe fuertemente con su hijo en brazos. Este también ríe sin darse cuenta que las lágrimas se han permitido salir de sus ojos sin su permiso.

Ambos caen al pasto verde. Su madre lo aleja de su cuerpo y su rostro alegre se vuelve preocupación al ver aquellas pequeñas lágrimas en los ojitos de su príncipe. 

"Mi vida," ella le habla con dulzura, pasando el pulgar de sus manos bajo los ojos de este "¿qué sucedió? ¿Por qué mi niño está llorando?"

Su voz era tan suave como lo recordaba. 

Armin pasa sus manos por los ojos y restriega estos hasta quitar sus lágrimas, sorbe de su nariz y forma una sonrisa en su rostro para no preocupar más a su madre. 

"Las flores me dieron alergia" miente, y su madre sin creerle, le da un suave golpe en su nariz con la punta de su dedo índice. Armin tapa esta ante ello. 

"Mentiroso." reprocha, sonriendo un poco "A mami no se le miente"

Armin forma un pequeño puchero "Perdón" murmura.

"Está bien. Ahora dile a mami porqué estabas llorando" ella vuelve a preguntar, pasando su mano por el cabello rubio de su hijo.

El pequeño Armin frunce el ceño tratando de recordar la razón de su llanto, pone los dedos índices de ambas manos en su sien y cierra los ojos como si aquello fuera a ayudarle a recordar.