Capítulo 30

1K 90 59
                                    

Yelena abrió los ojos ampliamente y se separó de su novia al instante, volteando a mirar hacia la enojada voz. Se trataba nada más y nada menos que del padre de Kate.

La chica de inmediato supo que su novia se apartaría y le diría a su padre que todo había sido una confusión. Sabía que le diría al hombre que Yelena solo la había tomado desprevenida. Sabía que negaría conocerla. Sabía que ella lloraría esa noche, y que luego Kate haría algo extremadamente tierno y la perdonaría porque ambas eran idiotas.

De nuevo, Kate la sorprendió.

Kate: Papá... yo... -Respiro hondo, sus dedos chasqueando levemente, Yelena negándose a tomar su mano para tranquilizarla, las mejillas de ambas completamente rojas-... Ella es mi novia, Yelena Belova.

Yelena casi sintió que podría morir en ese momento. El padre de Kate estaba mirándolas con la peor expresión de furia en su rostro, pero Kate solo sonrió y le dio su mano a Yelena, de inmediato los chasquidos siendo reemplazados por caricias a sus nudillos. La chica de ojos marrones solo podía temblar, pero aun así, muy en su interior, se sentía completamente feliz.

Tal vez debía empezar a creen en el hecho de que Kate jamás haría lo que Yelena pensaba.

Derek: ¿Puedes explicarme esto, Kate?

Yelena: Señor Bishop, sé que no esperaba esto, pero nosotras solo... -Quiso explicar, nerviosa y completamente avergonzada, sujetando la mano de su novia fuertemente, sabiendo que en cuanto estuviese libre saldría corriendo a su habitación.

Kate: Nos estábamos... besando, papá -Explico nerviosa, como si no hubiese sido obvio aquel hecho-. Y antes de que digas nada, sí, Yelena es una... una mujer... por si no lo no... notaste -Yelena sentía a su novia temblar ligeramente, sus manos sudaban y había nerviosismo en su voz, además del tartamudeo y el hecho de que solo estaba mirando hacía el suelo-. Y yo también lo soy... por si tampoco te habías dado... cuenta -Agrego— Y sí, amo a Yelena -Esto último lo dijo completamente segura, sin tartamudeos. El corazón de Yelena palpito rápidamente, queriendo escapar de su pecho-... y tal vez a ti no te guste que lo haga, pero... voy a... seguir haciéndolo porque... puedo -Prosiguió-... Además, mírale el lado positivo. Nada de embarazos...

Yelena: ¡Kate! -Se quejó, sabiendo que no podría mirar al señor Bishop a los ojos nunca más sin sentirse completamente avergonzada por lo que su hija acaba de decir.

Derek: ¡No me importa si te besas con un perro! ¡Pero que lo hagas de esta forma, frente a MI casa, es intolerable!

Yelena lo comprendía. Ahora se sentía mucho peor. Ella era la que había insistido con que Kate la tocara de esa forma, aun sabiendo dónde estaban.

Kate: Papá, por favor... No hicimos... nada malo.

Derek: Besarse de esa forma en medio de la calle si es algo malo, Kate-Le recrimino, y luego se acerca su hija lentamente, sujetándole los hombros-. Sobre todo si tu madre te ve -Susurro, dulcemente. Yelena se sintió confundida por el repentino cambio en el tono de la voz del hombre. Kate, de inmediato, se alejó de su padre sutilmente, no disfrutando del contacto-. No quiero hablar mal de ella, pero tú sabes que Eleanor es algo cerrada con estos temas y seguramente todo el planeta sabría de su relación en cuanto...

Kate: Papá, es imposible que todo el...

Derek: Es solo una forma de decir, Kate.

Yelena: Creo que yo... me iré -Susurro soltando rápidamente la mano de su novia. Aunque deseaba estar junto a ella, lo cierto era que Kate necesitaba hablar con su padre, y ella necesitaba tomar un respiro. Realmente, estaba completamente avergonzada ante aquel hombre e iba a necesitar varias horas de sueño para sentir que no había hecho algo lo suficientemente malo como para estar pensando en esto el resto de su vida.

La chica de la ventana | KatelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora