La chica de la ventana | Katelena

Capítulo 32

Yelena: No tenías que hacerlo -Susurro a su novia a través de la ventana, sonriendo, aun con aquella hermosa y única rosa entre sus manos.   

Kate: Yo quería hacerlo -Contesto, mirándola como si fuese la más hermosa mujer que La chica de ojos avellana había visto en el mundo. Y así se sentía Yelena Belova siempre que estaba a su lado.   

La chica de la ventana era capaz de convertir simples gestos en proezas que ninguna persona jamás podría igualar.    Yelena:… Pero debió de costarte mucho dinero, Kate… Solo esta rosa hubiese sido suficiente.   

Kate: ¿No te gusto? -Una mueca de tristeza pareció en su rostro, y de inmediato la chica de ojos color chocolate se arrepintió por no haberse explicado mejor ante su novia.   

Después de tantos malentendidos ocasionados por el Asperger de la chica de la ventana algo debía de haber aprendido.   

Yelena: ME ENCANTO -Se apresuró a aclarar, una inmensa sonrisa apareciendo en el rostro de su novia, mariposas en su estómago agitándose ante la acción. ¿Cómo era posible que Kate la hiciera sentir así con solo un gesto? El universo nunca lo sabría-… Pero el dinero que usaste comprando las flores…   

Kate: No te preocupes por eso. Era parte de mi fondo universitario, y sinceramente tú lo valías -Informo dulcemente, una luz irradiando en sus ojos.   

Yelena frunció el entrecejo casi al instante.

Yelena: ¡Kate! ¡¿Gastaste dinero de tu fondo U-N-I-V-E-R-S-I-T-A-R-I-O en mí?!   

Kate: Sí -Afirmo encogiéndose en hombros, como si realmente no importase demasiado este hecho.   

Yelena: ¡Kate! ¡Tú educación es más importante que yo!   

Kate: No voy a ir a la universidad, Lena… Mamá dice que no me dejara ir hasta que mi corazón no esté mejor, y dudo que eso suceda. Y, aunque pudiese ir, no lo haría. Quiero ser fotógrafa, Lena… Solo necesito un par de buenas cámaras, materiales y unos cuantos meses en un buen curso. Nada demasiado costoso… Y si necesito dinero, trabajare. Es sencillo.   

Yelena: Pensé que no te gustaban las fotografías -Dijo extrañada, intentando comprender a su muy compleja novia de hermosa sonrisa y ojos únicos.   

Kate: No me gusta tomármelas, pero amo fotografiar paisajes, animales e incluso personas. Cuando era pequeña solía tomar la cámara de mi papá y acercarme a las libélulas para tomarles fotos. No era buena, pero supongo que el punto es que esta siempre ha sido mi pasión…   

Yelena: Aun así creo que gastar todo ese dinero…   

Kate: No permitiré que sigas hablando, Lena. Quería regalarte flores, y eso fue lo que hice. Ahora solo mírame a los ojos y sonríe, porque amo verte sonreír.

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Había llegado el día.

Faltaba poco para la operación de Clint.

La boda era en treinta minutos.

El sacerdote ya había llegado el hospital, al igual que el Juez. También los invitados, quienes eran solo los padres de Clint, los padres de Laura, su mejor amigo, Yelena, Kate, Natasha y Wanda.

Laura estaba en el baño de la habitación de aquel hospital, preparándose. Dado que se trataba de Clint, novio de la hija del dueño del lugar, tenía la mejor habitación y los mejores
cuidados.