Police brutality (kookmin)

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    El chico frágil de cabello negro caminaba por el pasillo, llevando consigo una pesada carga de libros y sueños. Era su primer día en la universidad, un nuevo comienzo lejos de su hogar en Busan. Se detuvo frente a su casillero, sacó la pequeña llave y trató de abrir el candado, pero los libros pesados se le caían de los brazos.

— ¿Necesitas ayuda? — una voz amable resonó detrás de él.

Jimin se volteó y vio a un chico alto y delgado de cabello castaño, con una sonrisa cálida en su rostro — S-sí, necesito abrir... — balbuceó.

El joven se acercó y tomó los libros de sus brazos, permitiendo que abriera el candado. Mientras guardaba los libros, se presentaron —Soy Jungkook, ¿eres nuevo aquí?

— Soy trasladado desde Busan — asintió con timidez.

— ¿¡Qué?! ¡También soy de Busan! — Jimin se sonrojó ante su efusividad — ¡Qué coincidencia! — al estrechar sus manos, una corriente los hizo separar de inmediato con ojos de asombro.

— ¿Qué demonios fue eso? ¿Tienes algún tipo de súper poder eléctrico?

Sonrió, bajando su rostro — Desearía tenerlos pero, lamento decepcionarte.

— No me decepcionas — sonrieron — ¿Qué carrera ingresaste?

— Estudiaré Criminalística — respondió el menor — quiero ser detective o policía.

Jungkook se sorprendió — ¡Eres tan pequeño y lindo! Nunca habría imaginado que quisieras ser policía.

Jimin se sonrojó aún más. Jeon estudiaba Ingeniería en Sistemas y Electrónica, y se jactaba de ser un hacker experto. — Wow, eso es increíble.

Mientras caminaban hacia sus salones, el más bajo sintió una sensación de pertenencia. Había encontrado a alguien que compartía su origen y su sentido del humor. La conexión entre ellos era palpable, como una conexión divina que los unía.

                                ————

    El azabache estaba recostado sobre el espaldar de su amplia cama, revisando a detalle el expediente del caso Vante...

— Veamos qué tenemos aquí: apodado Vante. Se dice que es alto, al rededor de 1 metro 80 u 85, oh casi igual que Jungkook.

¿Qué, yo dije eso?

Negó con la cabeza. Desde la mañana que lo había visto no había podido sacarlo de su mente. Aclaró su garganta y trató de enfocar sus pensamientos — Prosigo. Se desconoce su edad pero aparenta ser joven de unos 25 a 30 áños. No sabemos su nombre real ni cuidad de nacimiento — Jimin siguió leyendo hasta que una vibración le llamó la atención. Tenía una llamada entrante de un número privado. Dudó en si debía atender o no. Nadie desconocido tenía su contacto.

— ¿Aló?

— ¿Qué haces? — esa jodida voz...

— ¿Cómo es que tienes mi número?

—Kim me lo dió.

— Claro, debí suponerlo ¿Qué necesitas?

— Quiero hablar contigo.

— Sí es sobre el caso, ya lo estoy leyendo.

— No, no es sobre el caso.

— Sí no es sobre eso entonces no creo que tengamos nada de qué hablar.

— Espera — se escuchó cuando estuvo a punto de colgar — ¿Qué te hice, Jimin?

— ¿Uh?

— No volví a saber de ti hasta ahora.