Jimin estaba de muy mal humor, seguía detrás de la máquina cuando sintió la presencia de su compañero en su espalda — ¿Qué pasó? — preguntó bajito.
— ¿!Puedes creer que el hijo de perra dijo que no nos va a mandar el maldito refuerzo y que saliéramos de aquí!? — exclamó muy frustrado en un susurro exaltado.
— ¿!Qué!? — respondió de la misma manera — ese bastado me va a oir — el ruido de la puerta abriéndose les llamó la atención así que se escondieron en cuclillas. Los hermanos Kim salieron muy risueños de la oficina.
— Espérame en el bar, Jennie seguro está por llegar — habló Vante.
— Ponte el tapabocas. Haré esto rápido y me llevaré a número 5 conmigo para deshacernos del cadáver fácilmente.
Jimin y Jungkook se miraron con los ojos muy abiertos.
— Tráelo aquí mejor. Me gustaría decirle algunas cosas antes de matarlo.
— Vale... ya estoy harto de él.
Taehyung se acercó a besar a su hermano a medida que salían del lugar, dejando todo en completo silencio y oscuridad.
— Van matar a alguien, malditasea. Llama a Namjoon otra vez — dijo el peligris.
Jimin rápidamente sacó su celular marcando el número del comisario pero no contestó. Jungkook estaba por su lado instalando unas mini cámaras en algunas zonas estratégicas — No atiende el hijo de puta. Busquemos como salir de aquí — el más alto asintió sacando una linterna de su bolsillo para tener mejor vista y poder moverse; buscando algo como una ventana por dónde pudieran escapar.
Estuvieron así por más de una hora y no consiguieron nada. El lugar estaba blindado por completo sin forma de salir. Era una sola planta pero la bodega era enorme; parecía un laberinto. Maquinaria pesada por todas partes, material de construcción y objetos oxidados decoraban el sitio. Estaban tan desesperados buscando que ignoraron el hecho de que habían entrado dos personas.
— Mierda, hay alguien aquí. Debemos escondernos nuevamente — Jimin advirtió. Jungkook lo jaló por un brazo y cayeron al suelo detrás de unos sacos de cemento.
Las voces se acercaban más.
— Pensé que no volvería a verte — se escuchó a la distancia, no podían ver nada.
— Siempre quiero verte, cariño. Solo que eres un maldito policía y nuestros mundos tienden a tomar caminos diferentes — se quejó.
— Eso no significa que haya olvidado de dónde vengo Seokjinnie.
— Esa voz... — susurró el pelinegro con los ojos extremadamente abiertos.
— Vante te quiere muerto... piensa que formas parte de su captura.
Se rió — ¿Pero tú no permitirás eso verdad, bebé?
Las voces cada vez se escuchaban más alejadas — Debes matarlo primero tú a él, para que nosotros podamos quedarnos con todo esto. Es la única manera y viene hacia acá pronto. Aún tenemos algunos minutos para que me folles cómo me gusta.
— Vengo preparado para todo dulzura...
Ya no se escuchó nada más. Habían entrado en algún otro lugar de la bodega.
— Dime que no estoy loco — pidió Jimin.
— No, no puede ser. Debe ser una coincidencia, su tono de voz lo puede tener cualquier otra persona. Salgamos rápido, yo iré primero. Tú ve unos pasos atrás de mí.
El pelinegro lo siguió hasta la salida donde Jeon giró la manilla y por suerte estaba abierta, pero el hombre de seguridad estaba allí, dándose cuenta de la presencia de este de inmediato.
— ¿Quién....- — no continuó porque Jungkook rápidamente le puso un arma en la garganta.
— Es mejor que te calles — amenazó.
No podía ver su rostro porque lo tenía cubierto — dejarás que salga o te mataré aquí mismo.El tipo se rió — ¿Crees que te tengo miedo? — sacó una pistola y la puso en la frente de Jungkook, pero sintió algo filoso en su nuca y giró levemente dándose cuenta que tenía a un chico de baja estatura sosteniendo una navaja contra su piel.
— Atrévete a hacerle algo y te corto el cuello en julianas — dijo Jimin. Tenían al hombre rodeado. Sin embargo no se iba a dejar intimidar. Levantó su arma e hizo tres tiros al aire para alertar a uno de sus jefes que estaba dentro. La pareja aprovechó para huir del lugar pero el sujeto fue más rápido y disparó hacia ellos logrando darle a Jungkook en un brazo. Este no se detuvo y siguió corriendo ya que la adrenalina del momento hizo que no sintiese la herida al instante.
Al llegar a la calle subieron al carro, respirando de forma errática mientras se quitaban las capuchas, la máscara y el tapabocas.
— ¿Estás bien? ¡Jungkook, estás herido! — gritó desesperado — ¡Amor, estás sangrando!
El peligris llevó su mano a su hombro y se dió cuenta del parche de sangre que tenía y como arte de magia empezó a sentir un dolor muy aguado — Mierda... esto no está bien — se quejó.
— Iremos al hospital general — condujo lo más rápido que pudo — shh, bebé, mírame — pidió — está todo bien ¿Sí? Iremos a que te saquen la bala y dejará de dolerte.
Jeon asintió con su cabeza, presionando la herida y apretando la mandíbula.
— Quizá no es el momento, pero el miedo que siento de perderte me impulsa a decirte esto — tragó saliva — Te amo...
A pesar del dolor, sonrió — Y yo a ti, muchísimo más. Siempre te he amado y siempre lo voy a hacer.
El pelinegro dió un besito en los labios de su compañero regalándole una mirada de tranquilidad — Llamaré a Namjoon. Solo le pido a Dios que conteste para salir de dudas — sacó su celular y marcó.
— ¿Por qué mierda no han llegado? Llevo horas esperándolos en la comisaría.
Jimin respiró con más tranquilidad — Jungkook está herido. Le dispararon en la bodega a la cual no nos quisiste enviar refuerzos. Vamos camino al hospital general central.
— ¿Qué? ¿Él está bien? Voy para allá.
— ¿Qué te dijo? — preguntó con voz cansada y ojos cerrados.
— Està en la comisaría esperándonos hace horas, va camino al hospital.
— ¿Lo vez? No pensemos locuras, amor...
Definitivamente era una locura. Era imposible que Namjoon haya sido quien estaba en la bodega ¿Verdad?
¿Ustedes qué creen?
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Police brutality (kookmin)
FanfictionJimin es un oficial de policía encargado de resolver un caso que lo llevará a subir un escalón en su carrera. Pero no puede hacerlo solo. Necesita la ayuda del mejor hacker y espía de corea del sur: Jeon Jungkook. A quién no puede ver ni en pintura...