Police brutality (kookmin)

Final

  Caminaba observando el sitio con especial atención. La última vez que estuvo allí era de noche y todo estaba obscuro. Pero ahora la luz se colaba por varios lugares y podía ver mejor.

— Entonces... ¿cómo has estado? Cambiaste muchísimo.

Jimin tragó saliva — He estado bien ¿Y tú?

— De maravilla — sonrió — insisto en estás muy cambiado; para mejor, claramente.

— Gracias — respondió incómodo — tú igual.

— Te extrañé luego de que te fuiste...

— Lo siento, era lo mejor — tragó saliva — pero no hablemos de eso. Vine a averiguar lo de la bodega, ¿recuerdas?

— Tienes razón, ya no somos aquellos jóvenes, Ahora soy todo un hombre y tengo mucho dinero para darte lo que quieras.

— Tengo mi propio dinero, gracias ¿Cuánto por el lugar?

— Puedo regalártelo si quieres — se acercó y acarició levemente la espalda del menor.

Jimin automáticamente se alejó — Vale, eres muy amable pero...

— Cariño, por favor ¿No crees en el destino? alguna fuerza sobrenatural nos unió hoy y significa que debemos estar juntos... yo no te he olvidado.

Su mirada expresaba un desequilibrio mental severo. El pelinegro ahora sí podía decir que estaba asustado. Miró a los lados pero no se veía nadie de seguridad o al menos el idiota de Jin.

— No busques, no hay nadie. Estamos solos, al fin solos... y esta vez no te irás y me dejarás, lo juro por mi vida.

— T-tae, qué dices...

— He trabajado en esta mierda por años, ganando todo el dinero que me ha sido posible para buscarte y hacerte mío. Supe en ese entonces que dejaste a Jeon y ya nada nos podía separar pero te desapareciste y ahora estás aquí — temblaba y sonreía al hablar — pasé ¡Años! Soportando a mi hermano tocar mi cuerpo, estuve en el psiquiatra por dos 24 meses para superar tu rechazo, pero aprendí a actuar de manera magistral y me dejaron salir porque "ya estaba curado"

— Tae, cálmate, yo...

Jimin estaba aterrado, llevó su mano disimuladamente a su cintura para buscar su arma pero no la tenía ¿Qué mierda...?

— ¿Buscas esto? — enseñó su pistola — te la quité al entrar y no te diste cuenta — rió — eres un mal oficial, Jiminie — se burló — ¿Qué? ¿Crees que no sé que eres policía?

El más bajo lo miraba atónito.

— Te he seguido el rastro desde hace días, por eso estoy aquí. Supe que estabas trabajando en la comisaría del norte.

— Puedo...

— ¡No me interrumpas!, tú me volviste loco ¿Sabes? En la escuela estaba tan enamorado de ti, eras tan... Pequeño y lindo... Moría por cuidarte, no me importaba que mi hermano cada vez que podía me tocará; no me importaba que los amigos de mi padre abusaran de mi delante de él, solo vivía por ti. Eras mi motivo para salir de la cama e ir a la universidad. Te seguí a tu casa mil veces, también te seguía cada vez que te veías con el bastardo de Jeon ¿Recuerdas que planeamos ir a los videojuegos juntos y dijiste que tenías un problema familiar? — carcajeó — te fuiste con él a su casa... follaron ese día ¿Y sabes lo que hice? Entré y los vi mientras cogían y me masturbé luego pensando que era yo quien te follaba así de duro y que tus gemidos venían por causa de mi polla...

El pelinegro escuchaba todo con los ojos abiertos y asqueado.

— Cuando dejaste de ir a la universidad, pensé que quizá estabas enfermo. Pero tu noviecito preguntaba siempre por ti; así que decidí ir a verte. Me sabía tu dirección de memoria. Ese día fuiste tan lindo conmigo, jugamos, comimos y me invitaste a quedar. Estaba en el cielo, Jiminie. Todos mis problemas habían desaparecido, y cuando me besaste, yo... y luego me dejaste hacerte el amor unos segundos, pero... ¡Tenías que arruinarlo! Llorando por ese bastardo. Me fuí como un idiota en la madrugada mientras caía una tormenta y no te importó. Solo tenias mente y corazón para Jungkook... unos días después volví a tu casa y tú no estabas, te habías ido de Seúl. Comencé a robar las drogas de mi padre y a consumirlas, me cortaba y golpeaba a mí mismo, hasta que me internaron en el psiquiatra. Al salir ¿Sabes lo que hice? — se rió — mandé a asesinar a mi padre junto a sus cómplices, y también quería morir yo en el tiroteo, pero Jin me sacó de la mansión y me cuidó por meses. Empecé a follar con él cerrando los ojos — los cerró —  para imaginar que eras tú — los volvió a abrir — nos hicimos cargo de la exportación, y creación de drogas, pero todo este tiempo he seguido vivo por ti y aquí estás — levantó y apuntó el arma hacia Jimin — ya no te irás y me dejarás solo otra vez.