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    La música se podía escuchar desde cuadras atrás. Jimin jamás pensó que su compañero hiciera ese tipo de fiestas y es que jamás lo había invitado, o tal vez sí y él sólo lo rechazó. Cómo sea... Jungkook se estacionó en la entrada del departamento bajándose primero para ayudar al oficial.

— Está bien, yo puedo

— Déjame ayudarte  — le tomó la mano, brindándole estabilidad al bajar. Caminaron hasta la puerta la cuál fué abierta por Min, quién con una sonrisa los recibió.

— Bienvenidos, qué sopresa verlo aquí, Park.

— Puedes llamarme Jimin. No estamos en el trabajo — sonrió y el de ojos felinos no lo podía creer. Se hizo a un lado permitiéndoles pasar.

— Hobi está en la cocina, pueden sentarse dónde quieran o bailar. Cómo gusten, en la mesa que está ahí — señaló hacia la derecha donde estaban unas botellas y algunas jarras con cócteles — pueden servirse lo que quieran beber — dicho esto se fue dejándolos solos.

El ambiente estaba bien, aunque para Jimin la música era algo fuerte. Hace mucho no salía de fiesta, lo cual lo hacía más raro. Jeon se acercó y lo tomó por la cintura para hablarle al oído a causa de la bulla — ¿Qué quieres tomar, precioso? — preguntó haciendo temblar todo el cuerpo del menor. Las manos de Jungkook eran grandes y el agarre en su cintura era firme y posesivo.

— Una cerveza estaría bien — respondió como pudo. El peligris sonrió yendo a buscar lo pedido, tomó dos cervezas y se acercó para darle una a su acompañante, mientras él disfrutaba de la suya.

Algunas personas siguieron llegando y en total se podían contar al menos treinta llenando la sala. La mayoría conversaba alegremente y no parecían ser todos de la misma profesión. Algunos bailaban y otros solo bebían. La diversidad era notable: parejas gays, otras heterosexuales y otras estaban sin compañía. Minutos más tarde Hoseok apareció saludando a su paso mientras se acercaba a sus compañeros de trabajo. Grande fue la sorpresa cuando vieron que le dió un beso en los labios a Yoongi.

— Bienvenidos, gracias por estar aquí. Me alegra verlo oficial Park.

— Te diré lo mismo que a Yoongi; puedes decirme Jimin. Ni siquiera soy mayor que tú. Toma — le entregó una cajita. El rubio sonrió y la abrió de inmediato, viendo en ella un hermoso reloj plateado —  espero te guste, no sabía si iba a venir pero igual lo compré para dártelo por la mañana, feliz cumpleaños.

— ¡Wow, me encanta! Muchas gracias, Jiminie — lo abrazó sin pena alguna siendo correspondido tímidamente. Jungkook los veía sonriendo y entregándole también un regalo el cuál consistía en un perfume — me encanta, muchas gracias. De verdad, valoro mucho su presencia y obsequios.

— No sabíamos que tú y Min fuesen pareja — dijo el más bajo — se ven bien juntos.

— Oh, sí. Tenemos algunos meses de novios. La verdad es que Yoongi me ha enamorado totalmente pero preferimos no mostrarlo en el trabajo por respeto.

— Eso está bien, felicidades — habló Jungkook esta vez.

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  Habían pasado 4 horas, la fiesta estaba en la cúspide, todos estaban bailando y tomando, aunque el pelinegro había dicho que solo serían un par, estaba verdaderamente cómodo. No sabía que se podía llevar tan bien con Hoseok y Yoongi.

En este momento se encontraba bailando en grupo con ellos mientras Jeon lo miraba sentado en un taburete. Sus miradas conectaban frecuentemente y el alcohol en sus cuerpos se estaba encargando de guiar sus pensamientos.

Police brutality (kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora