The Castle | Kooktae (En Edición)

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Can't You See Me? - TXT

Abrió los ojos mientras se incorporaba en la cama de golpe, con la respiración agitada y con un poco de sudor en la frente.

Tardo varios segundos en calmar su respiración, se dio cuenta de que estaba en su antigua cama cuando era niño.

Se levanto sin mucho ánimo, agradecido de que tenían un baño pequeño, importándole poco el agua fría, se baño, siendo diferente el tener que usar un recipiente para poder mojar su cuerpo y no simplemente quedarse debajo de una regadera.

Por un momento recordo su sueño, acordando consigo mismo que no volvería aceptar algún café de parte de las Choi.

Termino de bañarse, secando su cuerpo mientras trataba de arreglarse.

Solo uso un pantalón sencillo con una camisa blanca holgada además de unos tenis y un bolso pequeño donde guardo su celular y su cámara.

El camino hacía el río era un poco retirado, según lo que recordaba, viendo que efectivamente, estaba a varios minutos de distancia.

Quiso pensar que era por aquel cuento que nadie iba ya que el viejo camino al río casi había desaparecido.

Le era extraño que la gente del pueblo se mantuviera lejos del río, el agua era cristalina, fácilmente podían lavar su ropa en aquel lugar o transportar el agua a sus casas.

Camino al costado del río, buscando alguna zona que fuera la menos profunda posible y que no hubiera tantas rocas.

Hasta que dio un lugar, a varios metros del camino, posiblemente su entraba, el agua le llegaría a los tobillos.

Se quito los tenis, guardándolos en su bolso, y su celular lo guardo en una pequeña bolsa de plástico por si caía, este no se dañara, su cámara era a prueba de agua así que no habría problema.

–¡Mierda! Esta helada– se quejo cuando adentro el primer pie.

A pesar de ser un río, había al menos seis metros de distancia para llegar al otro lado del río, así que optó por esperar unos segundos hasta que se acostumbro a la temperatura del agua.

Sentía que sus extremidades empezaban a tensarse por la temperatura, incluso sentía el frío en sus huesos, así que los primeros pasos fueron difíciles de dar.

También le echó la culpa a la temperatura del agua cuando comenzó a doler su cabeza.

Avanzo a la mitad del río cuando sintió sus párpados pesados.

Deaayuno con la señora Choi, así que no podía explicar el motivo del por que estaba sintiéndose así.

Siguió caminando, pero a cada paso que daba su cuerpo se volvía más pesado.

Hasta que llego a la mitad del río y pareció que entraba en algún tipo de transe.

Nuevamente estaba en las mismas circunstancias.

Vio lo que parecía ser una persona, se veía borroso como en su último sueño, pero en esta ocasión, había incluso algunos colores azules y amarillos que marcaban la silueta de la persona.

No sabía quien era, pero este vestía de negro.

–Vete antes de que sea tarde–

La voz tomo forma, ahora se escuchaba clara, y autoritaria.

–Este lugar no es para ti–

Vio como esta caminaba cerca de él, como si lo empezara a rodear, incluso escucho los pasos que daba.