QUINCE

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Jaden

Recuerdo que la primera vez que la vi, ambos éramos unos niños y ella llevaba un tutu rosado muy ridículo...solo la vi una vez y no pude sacarme su sonrisa de mi mente.

Cuando nos volvimos a encontrar, yo ya tenía quince años y ella me estaba amenazando con un bate de béisbol, se veía demasiado torpe con ese palo de madera entre sus pequeñas manos y su estatura no la ayudaba.

Su fuerza y valentía fue lo que me gusto en ese momento, porque siendo sincero, ella era muy poco curvilínea, como una tabla de planchar con mucha personalidad.

–¿Vanessa? – le pregunté mientras tomaba su rostro entre mis manos

–Se desmayó– me dijo Jesse –dios... ¿y si despierta y recuerda todo?

Yo no conocí nada de Nessa hasta días después de que nos vimos por segunda vez, no sabía ni como lucia porque llevaba una bandana de calavera en el rostro, tampoco sabía cuál era su nombre, todo en ella me llamaba la atención, y cuando me enteré quien era me quedé sorprendido.

Esa chica valiente y cero curvilínea era Vanessa Miacova, la hija de John Miacova, el mayor estafador y fundador de Zeno. Pero eso no fue lo que me sorprendió, lo que me sorprendió fue que ella quería detenerlo, que ella no quería seguir con el trabajo de su padre, quería traer Zeno abajo por que le parecía injusto lo que su familia estaba haciéndole a la gente. No le parecía que este lugar disfrazado como solo un lugar de entretenimiento sea en realidad una mafia completa, y quería terminar con todo eso.... Yo quería exactamente lo mismo

Fue de esa manera en la que ambos comenzamos a trabajar juntos, intercambiando información sobre lo que descubríamos y lo que necesitábamos para terminar con esto, incluso haciendo nuevos amigos.

–Debes llevarla a tu casa– me dijo Clarissa mientras se quitaba la bandana –tú la trajiste, tú te la llevas.

–No tengo auto– le respondí – y dejé la moto en mi casa

–Pues más te vale conseguir un auto rápido– me dijo mientras volvía a mirar a Vanessa, su mirada llevaba cariño y tristeza

Clarissa Arango, una chica muy linda y con bastante carácter. Vanessa y yo la conocimos al mismo tiempo que a Jesse Murdok, ambas eran sus compañeras de clase y se hicieron muy amigas. Clarissa era hija de un traficante de drogas, que le provee hasta ahora las drogas a Zeno.

–Yo tengo un auto– dijo Jesse mientras cruzaba los brazos y se recargaba sobre el marco de la puerta

–¿Tuyo o de tu hermano? – le pregunté

–Mío...supongo.

Luego está Jesse Murdok, la melliza de Estefan Murdok, el legítimo heredero de la empresa de Viajes Murdok asociados con el banco Miacova. Con el pequeño secreto de ser los principales culpables de capturar a adolescentes para obligarlos a trabajar para Zeno. Ella aceptó formar parte de esa mafia para que su hermano no tuviera que llevar todo ese peso, no le gustaba y discutía mucho con sus padres, su hermano manejaría la empresa de viajes, no se metía en los asuntos de Zeno, pero siempre lo mantenían al tanto.

–Solo tómalo– me dijo y salió del cuarto –y trata bien a Vanessa.

–¿Tan bien como tú la tratas? – le preguntó Clarissa

–Todos hemos hecho sacrificios Clarissa...– la miro y luego me miro con rabia –Pero tú no pudiste ni cumplir con una promesa

Luego estoy yo, un Ajax. Hijo de Alonso Ajax y futuro esposo de Nicole Zades, la hermana menor de Rafael Zades. La chica "desaparecida" en realidad no era más que una cortina de humo para que no sospecharan de su familia. Nuestro matrimonio fue arreglado para seguir con Zeno.

Yo no soy tu héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora