🌷 Capítulo seis.

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Soobin ese día estaba en el mercado de su pueblo, realizando una transacción comercial de sus propios productos con los diferentes vendedores del mercado.

El Alfa era bien conocido por ser un confiable trabajador de campo. Como agricultor tenía la responsabilidad de ofrecer lo mejor de sus productos, cultivos de cálidad y a un precio justo al bolsillo. Por lo tanto, eso lo llevo a ser, él proveedor exclusivo de comerciantes en el pueblo, que le eran fiel en cada compra por temporada.

Ese día varios cargamentos de hortalizas fueron descargados del medio de transporte para ser distribuidos a los diez comerciantes exclusivos que Soobin tiene como clientes.

Hombres cargaban las cajas de madera hacía sus puestos de tramo en el mercado del pueblo, mientras Soobin se ocupaba de supervisar el traslado de las cajas, como también de la contabilidad del producto y dinero mismo.

El Alfa amablemente compartía con los habitantes, una sonrisa sincera y llena de mucho ánimo. Esa mañana, muchos se le habían acercado a saludarle como de costumbre, absolutamente nada había cambiado desde el nombramiento en todo el reino de Corea, que él, sería el Alfa encargado de engendrar un hijo, el próximo heredero, en el rey Omega Kim Yeonjun.

Y eso para el alivio de Soobin, fue reconfortante, porque no sabía como tenía que manejar a los habitantes de su pueblo si lo trataban como alguien superior a ellos. Choi no quería bajo ninguna circunstancia que eso cambiará. Él seguía siendo el mismo Alfa Choi Soobin.

—Choi— ese fue Eunwoo llamándolo, entonces Soobin dejo de prestar atención a su tarea para mirar al beta. —El cargamento que fue enviado para el rey, ya fue recibido.

El Alfa asintió, con una sensación agradable en el pecho...como realizado, por cumplir su responsabilidad de cuidar bien de su rey como un buen Alfa.

Soobin le proveyó a su majestad, los mejores productos de sus cultivos. Quería asegurarse de que no le faltara nada en su alimentación, para que este sano, bonito y fuerte.

—¿Quién recibió el cargamento?— preguntó Choi, atento en atender y anotar las cajas que los comerciantes trasladaban.

Además, los despedía con un respetuoso asentimiento de cabeza cuando llegaban hasta su lado a pagarle.

El beta se colocó a su lado, observando con atención el movimiento de los hombres que iban y venían.

—Lo recibió el cocinero real, Seokjin— respondió Eunwoo. —Él dijo: gracias.

Soobin volvió asentir.

—De acuerdo.

Entonces en tiempo récord se fue acabando el cargamento del transporte, sin dejar ninguna caja en el.

Los comerciantes tenían su producto final, con el fin de poder vender a los habitantes del pueblo, y así ellos podían obtener ganancias para mantener a sus propias familias. Mientras tanto Soobin, yacía en un estado de ánimo maravilloso, por haber cumplido una vez más su meta.

Sus cosechas se habían distribuido con rapidez y eficiencia, como siempre lo han echo. Choi estaba feliz, su labor de agricultor le producía una inmensa satisfacción, y le producía unas ganas de volver a trabajar duro para la siguiente temporada.

Y lo haría.

—Este es el último cliente— le dijo Eunwoo, ayudando a una pueblerina con una caja llena de tomates, para echarla en una carretilla. Luego de hacerlo, se giro hacia Soobin y le entregó el dinero por la compra.

El Alfa guardo el libro de cuentas y también el dinero, le agradeció al Alfa que le ayudó con el transporte y le mencionó que se pasará esa misma tarde para darle su respectiva comisión. Así que una vez el hombre se fue, empezó con su trayectoria en el pequeño mercado, para buscar las provisiones que sus padres le habían ordenado que llevara.

Rey Omega | ˢᵒᵒʲᵘⁿ ᵃᵈᵃᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora