🌷 Capítulo nueve.

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Soobin estaba compartiendo la cama con su rey, el observó como Yeonjun yacía a un costado de su cuerpo acurrucado, con su rostro pegado al pecho de Choi y rodeando con sus extremidades al Alfa. El brazo del rey yacía rodeando su abdomen y una de sus preciosas piernas chupeteadas yacía encima de las de Soobin.

El Alfa se sonrojo inmediatamente al percatarse del acto tan íntimo que compartían. Como si fuesen dos compañeros, una pareja. Choi no quería seguirse atormentando con ello, así que siguió observando con detenimiento al hermoso hombre en sus brazos, si en sus brazos, su espacio, su calor y entre su cuerpo. Soobin no tenía que pasar por alto uno de sus fuertes brazos rodeando a su rey tan posesivamente, e incluso instintivamente lo había acercado más así mismos como si temiera que ese momento terminara pronto.

Con mucha aproximida Choi observó el descarado aspecto de su rey. El Omega yacía relajado con esa esencia a su alrededor que decía lo bien follado y sastifacido que lo habia dejado. Las diferentes marcas en su cuerpo le confirmaba a Soobin lo atrevido que había resultado ser con su majestad. Su rey le había permitido que lo chupeteara en todo el cuerpo, entonces odiando su carente autocontrol Soobin chupo hasta dejar marcas visibles en cada lugar que se le vino en ganas. La bestia territorial escondida en su cuerpo le menciono que aprovechará la oportunidad tanto como lo pudiera, así que marcó chupetes tan obscenos en el cuerpo del Omega con su boca, hasta que dijera Soobin por todas partes.

Y se sintió estúpidamente tan sastifecho.

Soobin recuerda que una vez se hubo ocultado el sol de la tarde dando paso a la esperada noche, fue que su juicio se había ido al carajo al igual que el juicio y control de Yeonjun. Con pasos decididos se había dirigido por el pasillo que lo conducía hacia los aposentos, oliendo en el trayecto el aroma tan atractivo y sensual de su majestad tan característico del celo. Sus pulmones se llenaron con esa esencia almizclada de lubricante natural que proporciona el cuerpo del Omega, y que le gritaba en confirmación lo bien capacitado que estaba ya para recibir el nudo de Soobin.

Su rey lo quería. Lo anhelaba. Lo necesitaba.

Las oleadas de olor a lubricante se lo confirmaba tanto a Soobin, que ya se encontraba tan malditamente duro y ansioso por proporcionar ayuda, alivio y sastifaccion a su rey.

Joder. Su rey.

Soobin se había detenido justamente en frente de la puerta con la respiración inestable. Su cuerpo anticipaba lo que sucedería una vez cruzara por esa puerta, y lo anhelaba tanto. El había negado con la cabeza y había retrocedido tan cobarde en su momento de duda, porque no debería de querer tan mal ese momento.

Eso estaba terriblemente tan mal. Soobin no debería de querer tanto a su rey, quererlo en todo los malditos sentidos. Se sentía débil, no tendría la fuerza de voluntad de decirle alguna negativa a su rey. Anhelaba complacerlo en todo, todo el tiempo, y eso incluía un futuro que era consiente no existía.

Entonces luego estaba el llamado necesitado de su rey atraves de su aroma. Si Yeonjun no podía expresarlo con palabras que lo anhelaba tanto, entonces el cuerpo del Omega se lo había echo saber tan atrevidamente. Y no sabía si su rey era tan consiente de ello.

Por lo tanto, después de darce ánimos y chupar aire para calmar su propia necesidad de trepar encima del Omega y follarlo, fue que ingreso al aposento. 

Y la maldita vista fue la culminante de su razonamiento. Soobin no pensó, solo actuó. Él había saboreado a su rey con la mirada más atrevida y sensual y hambrienta que haya tenido jamás. Acostado en la cama lo esperaba su rey y para su deleite, exquisitamente desnudo, su aspecto sudoroso y agitado, sonrojado y ojos dilatados y hambrientos de pasión y deseo. Su mirada se había tornado mucho más brillante agarrando mucho más intensidad el tono azul de sus esferas al momento de caer en cuenta de su presencia en el aposento.

Rey Omega | ˢᵒᵒʲᵘⁿ ᵃᵈᵃᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora