Al pasar de los días Heur se fue recuperando de cada una de sus heridas, empezó a trabajar en el mercado. Sin embargo el asunto con Lour cambió, empezó a pensar que la estaba lastimando y es que los últimos días él notó que ella lo estaba esquivando, pues según sus pensamientos cada vez que él iba a su puesto ella se ponía a organizar unas cosas o hablar con los mercaderes vecinos. Tal vez sea idea suya, o no, lo cierto es que esto le lastimaba demasiado, lo hacía sentir inseguro y cada noche se iba a dormir con el pensamiento de que había lastimado a la única persona que amaba.
Las inseguridades son terribles, te devoran por dentro, te hacen desconocerte a ti mismo, convierten una roja rosa en una marchita flor de invierno.
Las pesadillas gradualmente volvieron y el rostro de aquellas pobres almas que asesinó sin piedad volvieron a atomentarlo, estaba viviendo un infierno en carne propia.
Un infierno yacía en las altas y desérticas montañas del Potosí, el frío de la noche azotaba a la caravana, y ahí estaba el vampiro, preso de su sueño, preso de su mente.
La comida escaseaba, el agua se había acabado, estaban saliendo del pueblo de Oruro, a más de 160 kilómetros de La Paz. Seguramente en 2 días iban a llegar pero entre la caravana había discordia, empezó a escasear el alimento y todo se convirtió en un caos.
— ¡yo no me comí nada! —gritó con prepotencia el hombre—
— yo tampoco, es más ¡en Oruro les sugerí comprar raciones extras! —respondió el barbudo—
— calmen muchachos, seguro hay solución, no nos peleemos —espetó Heure.
— tú, piel de leche abre la boca —gritó el muchacho y se encimó violentamente al vampiro—
Heurengio abrió la boca y obviamente los brillantes colmillos se iluminaron.
— eres un sucio vampiro infiel —dijo asombrado.
Heurengio, se encontraba acorralado contra una roca de gran tamaño, con rapidez tomó su puñal del bolsillo derecho y apuñaló ágilmente al tipo que lo estaba apretando, entonces los otros viajeros empezaron a empujarlo y a intentarlo asesinar, él los fue esquivando, con fuerza acuchilló en la cara a un moreno que venía a atacarlo, luego le pegó un rodillazo al barbudo que seguía, le clavó el puñal en el ojo, y aún en el suelo lo seguía apuñalando, estaba ensimismado, estaba en shock.
Esa fue la primera vez que le sucedió algo así, la primera vez que estuvo en un verdadero peligro y asesinó tristemente a gente común. Aunque ya pasó hace décadas esto él aún lo recordaba, se sentía el peor de los mounstros. El peor enemigo es nuestra mente.
Era atardecer y Heurengio se encontraba en su oscura mazmorra pintando y intentando despejar su mente, estaba terminando el retrato de Lour, cada lienzo le dolía, cada lienzo le destrozaba el corazón... no podía, no podía dejarla ir, aunque quisiera no podía. Al finalizarlo se armó de valentía y visitó el barrio de Lourénne con su cuadro en mano, era medianoche y era el único que estaba en la calle, avistó la casa de la chica, pero había un hombre saliendo ¿quién será? El vampiro se asustó por un momento, hasta que la chica gritó "adiós padre"
— ¡Heurengio! Hace mucho no hablamos, es que mí padre anduvo por el barrio, vino de Maracaibo y ahorita se fue a Caracas —exclamó la chica—, ¿qué tienes ahí? —agregó—
— ¿te acuerdas que te dije que pintaba y me pediste un retrato? Aquí lo tienes... T'querot pero m'odio a mi mesmo, te quiero, pero me odio a mí mismo, odio mis inseguridades y mí maldito pasado, odio ser un vampiro—espetó el chico.
— Heur, eres un chico increíble, siempre me ayudaste, eres interesante y bello pero no digas la palabra vampiro en voz alta —dijo la dama asustada.
— no me asusta decir lo que soy, no me asusta Lourénne, ¿sabes porqué? Porque te amo, y calmas mis males
Lour no sabía que decir, ella sentía temor de que descubran que salía con un vampiro, sentía demasiado miedo pero le atraía el vampiro, ella siempre fue una aventurera, una chica muy curiosa, una chica que cuando quiere algo lo toma... sus ganas de precipitarse y vivir una aventura de amor con un vampiro le ganaron, su lado racional perdió.
— Amarti más querl'jo, meu vampir, yo te amo más, mí vampiro —exclamó la chica en bumangués.
El bumangués es una lengua romance al igual que el chalaco y el almagreño, sin embargo el bumangués se habla en las regiones de Colombia, Venezuela y la región del Caribe.
Tras decir esto ambos se dieron un largo y romántico beso.
El chico se quedó a dormir en la casa de la dama y al amanecer se fue a su mazmorra, en el buzón de la carnicería notó una carta
"Para Heurengio Bariloçe-Varsovi, usted está citado por el mariscal Cátenzaro Úldivar del Gran Imperio de Caracas a Puerto Hispania, ciudad dentro la Isla Grande de Trinidad y Tobago, su liderazgo en la defensa de Barquisimeto y la toma de Yaritagua nos ha inspirado a ofrecerte un ventajoso trato.
Atentamente: Cátenzaro Úldivar"
¿Será el inicio de una nueva aventura para el vampiro?
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Idilio Lóbrego
FantasyEn las historias de amor todo tiende a irse por dos lados, o la toxicidad o el desamor... Pero hay algo además de eso, hay algo a parte del amor tóxico y del amor no correspondido... está el amor salvador. Para Heurengio un joven vampiro no hay salv...