Cena vampírica

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Heurengio y Lourénne cargaron a la niña en el quilmesaurus, no sabían bien dónde quedaba el feudo que les había dicho Marceline pero ella los iba guiando, cruzaron el armonioso bosque y empezaron a penetrar en los llanos venezolanos.

Era atardecer ya, llevaban largo tiempo cabalgando pero Marceline parecía que los conducía hacia la nada, el camino se iba tornando cada vez más solitario, primero dejaron de aparecer los bosques, luego dejaron de cruzarse cabañas, y al final sólo quedaron en el medio de la nada cabalgando por el sendero.

Hasta que un jinete apresurado apareció del mismísimo vacío

Марселін! Марселін! (¡Marceline! ¡Marceline!)

— ось! Я веду її додому! (¡aquí está! ¡la estoy llevando a su casa! —gritó Heurengio—

El jinete frenó su dinosaurio, se bajó junto a los jóvenes y abrazó a Marceline

— muchas gracias en verdad, esta niña traviesa se escapó mientras estábamos pescando y nos la olvidamos en el bosque. ¿Cuál es tú nombre? —preguntó el hombre pelirrojo—

—- Heurengio Rezhev ¿y él tuyo? —respondió Heure—

— Simon Slakov, ¿quieres venir a cenar? Nuestra casa por el momento es una vieja abadía —espetó Simon.

—muy bien vayamos ¿no Lour? —preguntó Heurengio—

— ¡me parece correcto! —dijo eufórica la muchacha.

— ¿ella es una humana? —preguntó Simon con mirada prejuiciosa—

— Uhm, no... es una híbrida entre humana y vampiro —respondió Heure—, ellos discriminan a los humanos, así que por eso mentí —le susurró Heur a Lour—

— está bien —contestó entre susurros la muchacha—

— oh bueno, vayamos —espetó Simon.

Empezaron a cabalgar a la par en dirección a la iglesia abandonada en donde vivía Simon.

— ¿oíste que la Rus de Kiev se dividió? —preguntó el pelirrojo cabalgando—

— uhm no, hace mucho no oigo noticias de la Rus, de hecho nunca oí, sólo sé que existe gracias a unos libros que he leído. Mi abuelo nació en Varsovia, según cuenta mí madre. —espetó Heure.

— ¿Varsovia? ¿y tú cómo eres un Rezhev? El clan más cercano a Varsovia es el de los Brest —dijo confundido el vampiro.

— seguro algunos miembros de mi clan emigraron hace siglos de aquella aldea —contestó Heur—

— en fin, hace unas décadas la Rus de Kiev se dividió, ahora son diferentes principados — explicó el vampiro—

— que raro, no había leído de eso.

Luego de unas horas los muchachos llegaron a la abadía, era un lugar tétrico, poseía dos torres de la parte delantera, en el medio de las torres estaba el portón de madera, la iglesia poseía 4 pisos... se nota que no fue utilizada hace mucho tiempo porque había musgo en sus paredes. Tenia un ventanal en la parte delantera del segundo piso y dos ventanas en la parte del tercer piso, su arquitectura era un tanto gótica.

Los jóvenes entraron y vieron una gran mesa en el medio, no estaban las típicas sillas de las iglesias católicas, en cambio había estanterías llenas de libros, Lour observó la pared y avistó una cruz invertida, símbolo del satanismo, se asustó en gran medida. Heur notó este temor en el rostro de Lourénne y fue a abrazarla.

— princesa, la religión mayoritaria en los clanes vampíricos es La Iglesia Satánica, adoran al diablo... pero nosotros los clanes de Tver y alrededores no realizamos rituales de sangre —espetó Heur y le besó la frente—, a parte recuerda que eres una bruja —agregó bromeando el vampiro—

Del segundo piso bajó una mujer rubia con un vestido rojo profundo, sonrió y demostró sus fulgurantes colmillos

— ¡bienvenidos! Aquí no tendemos a recibir visitas, estoy preparando el cerdo para la cena... beberemos vino, es un momento especial y la sangre de Cristo es deliciosa para estos encuentros —afirmó la rubia—

— hace mucho no pruebo vino, mí estómago lo recibirá con placer, ¿hace cuanto viven aquí? —preguntó Heurengio—

— unas dos décadas... cuando encontramos esta abadía estábamos en el feudo de Belén, vendiendo nuestras mercancías, somos una familia pesquera, pescamos en el lago de Valencia y vendemos los pescados  de los pueblos y ciudades cercanos al lago.
— dicen los campesinos del feudo que esta iglesia fue de las primeras en la región, pero luego la cruz de la pared se dio vuelta, esto alarmó a los sacerdotes, creyeron que el lugar estaba maldito. —explicó la vampiresa—

Tras pasar las horas el cerdo estaba cocinado, todos se sentaron en la gran mesa, Marceline, Lour, Heur, Simon, la vampiresa y el abuelo de Simon.

— mí padre murió cuando yo era niño, y me comenzó a cuidar mi abuelo Henserico —le contó Simon a Heur—

— mí padre también falleció cuando yo era niño, lo asesinó un cazador de vampiros según cuenta mí madre Mileva —espetó Heure.

— ¿eres del clan Rezhev no joven? —preguntó Henserico—

— así es señor —exclamó Heure.

— yo tengo 6 siglos de vida, cuando era joven conocí a una chica del clan Rezhev, no recuerdo bien cómo se llamaba... pero era cómo tú, pelinegra, de cejas gruesas, nariz aplanada, labios gruesos y tenía tus ojos.
— A mí me gustaba, la invité a salir y recorrimos el bosque, pero su padre la obligó a volver a las empalizadas de la ciudad...
— en ese tiempo yo tenía 18 años, cuando era adolescente la volví a ver pero ella ya andaba con un Rezhev. —espetó Henserico.

— ¿cómo eran los Rezhev cuando tú eras niño señor? —preguntó Heurengio—

— los Rezhev eran tranquilos, no eran mucho de luchar, mantenían buena amistad con los humanos de su ciudad, no cómo nosotros los Slakov. Los Rezhev eran muy buenos amigos de los Torzhok. los Torzhok eran hombres fuertes que defendían sus derechos, ellos convencieron a los Slakov de luchar contra los humanos. Guerras vampíricas —exclamó Henserico.

— ya entiendo ja, ja, es bueno saber de mis antepasados —espetó Heurengio.

Idilio LóbregoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora