22. Paz, perdón y traumas

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Así que en la noche por fin había llegado a casa

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Así que en la noche por fin había llegado a casa. Después de la cita con Liam decidimos tomar un vuelo para la tarde y llegar a casa en la noche, el a la suya y yo a la mía claro, lo primero que hice fue avisarle a papá y después dormir. Ni Jake, ni Daniel sabían que ya había llegado.

Tomé una ducha antes de bajar a desayunar con todos, sonreí al ver mi celular.

»Ey bonita, seguro ya no verás este mensaje en este momento, pero si cuando despiertes. Llegué bien a casa, que pases una excelente noche cielo.

Dejando de lado el celular me apresure a cambiarme, salí de mi habitación para bajar al comedor, las voces y risas de mi padre y hermanos se escuchaban en tono alto, sonreí mirando una foto de toda la familia, si no mal recuerdo fue unos meses antes de que mamá muriera.

—Si me cuentan el chiste tal vez pueda reírme con ustedes—dije al entrar al comedor para que notarán mi presencia, Jake fue el primero en reaccionar al venir abrazarme—. También te extrañe Jake—murmuré sobre su cabello

—Yo te extrañe a montones no había a quien ganarle jugando videojuegos

—Tonto

Regreso a su lugar por orden de papá, reí y me acerqué a la mesa para ocupar mi lugar.

—Buenos días—dije para todos y ellos respondieron al unísono—. ¿Y bien, de que se reían? —pregunte antes de empezar a comer

—De la vez que fuimos con mamá al parque de diversiones y bajamos de una atracción tan mareados que casi vomitamos —dijo Jake riendo y ellos le siguieron

Yo solo reí en tono bajo y sonreí incomoda, yo no recordaba eso. Aquella vez ellos fueron solos mientras yo me quedaba en casa, vamos que un parque de diversiones no es lo mejor para una persona que sufre hafefobia, ataques de ansiedad y pánico.

Carraspeé incomoda cuando cayeron en cuenta de lo que habían dicho. Pero, ¿Qué habían dicho? No habían dicho nada malo, solo recordaban un bonito momento.

—Yo…yo lo siento se me ol…—interrumpí a Jake con una seña

—No pasa nada, Jake. —miré a Daniel, el cual solo me miraba con preocupación al igual que papá ignorando sus miradas pregunté—. ¿Qué hicieron en mi ausencia?

—Yo estuve viendo los últimos detalles para mí pequeña empresa que pronto se abrirá—mire sorprendida a Daniel y sonreí

—Me alegro, lo lograste yo siempre confíe en ti y en Derek

—No cantemos victoria, aún falta ver cómo evoluciona

—Bueno pues yo quiero confiar en que saldrá bien

—Esmeralda vino a la casa e intenté enseñarle a jugar videojuegos, pero ella es muy mal que digo mala pésima, hasta tu sabes más que ella

—Oye yo sé jugar muy bien—me defendí

La Hafefobia No Es Un LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora