El psicólogo de Hilary le había recomendado un colega, para que yo pudiera buscar ayuda. Porque era hora de un nuevo comienzo
Estaba enfocándome en otras cosas en vez de hablar para iniciar con ello.
Podía recordar perfectamente aquella noche en que fui un libro abierto para ella, porque de verdad quería que lo nuestro funcionará, porque quería avanzar y no solo estar estancado. Lo hacía por mi familia, por mis amigos, por ella y más que nada por mi. También podía recordar cada detalle de esa noche el como trato de comprenderme, como intento hacerme cambiar de opinión sobre mi aunque fuera estúpido, pero más que nada recordaba como me dejó adorarla y demostrarle cuánto la amo con cada caricia, suspiro, jadeo; con cada unos de esos detalles lo cuál me demostraba cuan fuerte era y lo mucho que me quería.
Hilary Blake había llegado a mi vida como un rayo de luz, porque apesar de su fobia y del gran vacío que le dejo la muerte de madre seguía sonriendo y tratando de sobrevivir cada día de su vida, era como aquel ejemplo de que puede haber un poco de felicidad entre tanta mierda. Pero a la vez me asustaba la magnitud de mis sentimientos por ella, porque algo tenía claro era que tal vez podíamos llegar a terminar en algún punto, me sienta mal el solo pensarlo, pero también me hacía cuestionarme que tal vez estaba tomando cierta dependencia a ella y estaba mal.
Esa era una de las otras razones por la cuál quería ir a la terapia, no quería convertir nuestra relación en algo tóxico.
—¿Entonces que haremos? —pregunto Hilary trayendome de nuevo a la realidad—. Le había prometido a Elisa que iría a verla, han pasado dos semanas desde la cena y no he ido, pero no quería cancelarte así que pensé que podríamos salir los tres—ella asintió y me sonrió un poco tensa
Había algo que ella me estaba ocultando, por alguna extraña razón había estado tensa en estos días y cada que le hablaba de un nuevo encuentro buscaba la forma de evadir el tema. Comprendo que mi padre no dio la mejor impresión, pero el no estaría y ella lo sabía.
—¿Estás bien? —pregunte con cautela
—Si todo bien—me sonrió un poco más relajada
—Okey
Lo que restaba del trayecto lo pasamos escuchando música, sin decir nada. Cuando estacione mi auto la mire una vez más antes de salir.
—Cielo, ¿Estás segura de que estás bien?
—Solo he estado bajo mucho estrés, pero estaré bien
Bajo del auto sin esperar respuesta, la alcance y entrelace su mano con la mía, ella me sonrió y seguimos caminando hasta llegar a la puerta, tan solo el acercarme un poco me tense por completo. Hasta afuera se podía escuchar los gritos de una discusión y el llanto de Elisa, trate de calmarme, ignorando por completo que Rogelio estaba dentro abrí con mi propia llave.
—Estoy cansada de esto, ya arruinaste bastante mi vida, pero hasta aquí llegaron tus manipulaciones—escuche la voz firme de mi mamá lo cual me alegro de cierta manera
ESTÁS LEYENDO
La Hafefobia No Es Un Límite
Teen FictionMuchos no entienden mi fobia solo simplemente se alejan sin más, otros se quedan a intentarlo pero se cansan y se van dejándote un gran vacío, eso duele más,eso hiciste tú. Porque lo cierto es que es como vivir en tu propio mundo pero sin nadie a tu...