Una Chica De La Mafia|H.S|

Capitulo 10: Dos pájaros de un tiro

Brook:

Me dirigí a la dirección determinada,y era un bar de mala muerte.

Bajé del auto y me dispuse a entrar.

Vamos ya lo hiciste una vez, puedes hacerlo Brook, puedes hacerlo.Tomé una bocanada de aire y entré.El olor era alcohol y drogas,era inmundo.

Había chicas bailando con hombres muy sensualmente,más bien, asquerosamente.

Con mi mirada busque a aquel hombre,hasta que lo encontré,estaba junto a otro hombre de más edad.Me acerqué a ellos cautelosamente.

-¿Jonson Grey?-dije llamando su atención y la de el otro hombre también.

-Si,soy yo,¿en que puedo servirte linda?-dijo con una mirada picarona.

-¿Podrías acompañarme a atrás?-pasé mi dedo acariciando su rostro.

-Claro,lo que sea por una chica como tú.

-Sígueme-obedeció y sé puso de pie.De pronto sentí una palmada en mi muslo.Volteé y efectivamente era el,lo fulmine con la mirada,mi sangre hervía,si por mi fuera le volaria los sesos en este mismo instante,pero había demasiado público.

Harry:

-¡Habla!-gritó por cuarta vez el hombre.

-Yo..yo no sé nada-dije tartamudeando.

-Por última vez,¿¡dónde deja el dinero tú padrastro!?.

-¡No lo sé!-grite desesperado y en respuesta recibí un fuerte golpe en mi labio,el cual comenzó a sangrar.

-Maldita sea,no llegaremos a nada con este chico-habló uno de los dos hombres,el más joven.

-Al parecer-se acercó a mi intimidante el jefe de Brook-¿no hablarás?,¿Cierto?-no respondí-¿¡Cierto?!-me tomó de la barbilla y me sacudió bruscamente.

-¡Mierda!,no sé nada,por favor no me hagan daño-suplique.

¿Por que me pasa esto a mi?.

Brook:

Salimos por la puerta trasera y al momento que dí un paso a afuera el hombre me acorralo entre su cuerpo y la pared poniendo un navaja en mi garganta.

-¿Crees que no sé quién te mando?-lo miraba confundida y un poco nerviosa, no pensé que esto saldría mal.El rió amargamente-¡Ja!, pero que bajo a caído Jeffrey, mandar a una mujer a hacer el trabajo de un hombre.

-No seas tan machista y estúpido-sonreí de lado-te demostrare que no sólo los hombres pueden ser rudos.

-Veamoslo-me soltó- pero hagamoslo a la antigua-dejó caer la pequeña navaja al piso y puso sus manos en puño.

Sabía que aquí iba a correr sangre, y estaba segura de que no iba a ser la mía.

-Vamos, ¿que esperas?, ¿o es que la princesa ya tuvo miedo?-dijo irritante.

Mi paciencia llegó al límite.

-¿Tenerte miedo?, yo no le temo ni a la misma muerte.-sin decir más me abalance contra el golpeando su cara con mi puño.

Me empujo hacia atrás y sin más equilibrio caí al suelo, sé acerco a mi y gire sobre mi pie y extendí el otro para chocarlo con sus pies y provocar que cayera.Subí a el sentándome en su estómago y comenzar a golpear su rostro.

1, 2, 3 ,4 ,5 y así seguía dándole su merecido hasta que sentí un fuerte golpe en mi cara cerca del labio, su fuerza me hizo caer a su lado.

Sentí el típico sabor de la sangre en mi boca y justamente lo que pensaba, por mi labio salía ese líquido rojizo. Exhausta trate de ponerme de pie pero un pie no me lo permitió y le pertenecía a Jason.