XIV

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Ya todos duchados y sentados en la casa de Kagami comenzaron a preguntarse qué narices había pasado en las últimas 3 horas de su vida. 

-O sea, me estáis diciendo que Takaochi cuando acordó el partido contra el Jabberwock estaba obligado a no vernos, no contarnos nada y además jugar con ellos -todos asintieron- y además lo querían usar para distraer a Midorimachi -otra vez todos asintieron- y también trajeron a Haizaki sólo para asustarnos y pensar que serían muy bestias, siendo al final un partido un poco bruto pero sin ir a más.
-Vale Ryouta, vemos que lo vas entendiendo -comentó Akashi mientras revisaba los mensajes de su móvil.
-Perdone su emperador, pero todos estábamos asustados por el partido y me sorprendió que acabara así. Además estuvo bastante bien.
-La verdad es que sí Kise-kun, ganamos y nadie salió herido 
-Bueno, Murasakibara se llevó un codazo y yo un puñetazo... Sin contar los empujones -informó Aomine viendo el leve moretón que tenía. 
-Se irá en unos días Aominechi.

Y así pasaron el rato, hablando entre ellos tan tranquilos, como si nada hubiera pasado y hubieran jugado un partido normal. Llenos de satisfacción por su victoria, sabiendo que el Jabberwock no les volvería a molestar. 

-¿Quiénes os vais a quedar para cenar? Tengo que empezar a preparar la cena -preguntó Kagami dirigiéndose a la cocina.
-Yo tengo que decirle unas cosas a Takao. 
-¿Qué cosas Shin-chan? 
-Nada, nanodayo
-Hoy es noche de sexo -canturreó Kise por lo bajini.
-Correcto Kise-kun
-Kise y yo tampoco nos quedaremos a cenar.
-¿Perdon qué?
-Lo que oyes Kise, tengo una cosa que darte.
-A-ah...
-Le va a dar algo y no la hora precisamente...
-Kuroko por favor -dijo himuro riendo.

-Perdón chicos por no haberos contado nada -dijo Takao, rascándose la cara- no sabía qué podían hacer y estaba un poco asustado.
-No digas eso Takao, gracias a ti conseguimos que esto acabara en un partido y no en pelea -comentó Kagami mientras se ponía el delantal.
-Ya... Pero además jugué contra vosotros y arruiné varias juga-
-Kazunari -interrumpió Akashi- tenías que demostrar lo que valías jugando al baloncesto, no debes preocuparte.
-Lo que dice Akashi-kun es cierto, además con el trato que hiciste no tuvimos ningún inconveniente con ninguno de Jabberwock ni nada.
-Kurokochi tiene razón, nos protegiste.
-¿Fiesta en casa de Kagami?
-¡Aomine no!
-Gracias chicos -Takao estaba emocionado por los amigos que había conseguido. De verdad quería quedarse allí para siempre. 
-Perdón, pero Takao y yo nos vamos ya -el pensamiento de Takao se fue a la mierda al escuchar las palabras de Shin-chan.
-¿¡Ya!?
-Sí, nanodayo.

Con unas pequeñas quejas de Takao y Kise, que querían hablar un rato más entre ellos Midorima aceptó quedarse 10 minutos más. Pasado el tiempo Takao y Midorima se despidieron de todos y salieron a la calle. 
A pocos minutos de salir de casa de Kagami llegaron al parque donde Takao se había encontrado con Nash aquella vez.

-¿Aquí fue donde hiciste el trato? -Takao asintió, listo para contarle todo a Midorima.
-Mira Shin-chan, cuando fui a por el rickshaw apareció de la nada -Midorima observaba cómo Takao explicaba los sucesos- y yo me tuve que poner valiente como siempre y me enfrenté a él -tomó aire y se subió a un bordillo- aún sacándome medio cuerpo en altura llegué a intimidarlo -hubo una pequeña pausa- poco después apareció un dragón listo para ayudarlo y claro, contra Nash podría ganar. ¿Pero contra un dragón?
-¿Qué te tomaste? Nanodayo

Las risas de Takao inundaron el parque. Los ojos de Midorima se volvieron gentiles y llenos de confianza. Lentamente se acercó a Takao mientras este último dejaba de reír para quedarse mirando los ojos verdes de su amigo.
Poco a poco el peliverde se agachó, agarrando con su mano la mejilla del contario. Takao cerró los ojos y se puso un poco de puntillas. Sus mejillas se empezaban a poner rojas y su aliento agitado. Notó por un segundo la rápida respiración de Shin-chan antes de que este pusiera sus labios sobre los suyos. 
La mente de ambos chicos dejó de preocuparse por lo de su alrededor y se centraron en disfrutar el momento.
Ambos llevaban esperando ese momento demasiado tiempo. 

¿Por qué tenías que ser tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora