XIII

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-Eh... Akashi-kun, si salimos toda la generación somos seis jugadores...
Hubo un incómodo silencio mientras se giraban para ver a Akashi.
Furihata al ver que el pelirrojo se había olvidado de Kuroko soltó una pequeña carcajada. Contagiándose a todo el equipo. 
-No hace gracia -comentó Kuroko con una cara de póker.
Se rieron todavía más alto.

Al final Akashi decidió sentar a Kuroko y decir que esa era su idea desde el principio. 

Empezó el tercer cuarto y se noto una cierta mejora en el equipo japonés. De verdad todos habían disfrutado de sus años jugando juntos y ahora se ponía sobre el campo la conexión que todos tenían. 

-Así que esta fue la generación de los milagros -comentó Himuro sin despegar su vista del pelimorado. 
-Sí himuro-kun -contestó Kuroko sonriendo levemente. Al ver a su sombra sonreír, Kagami lo hizo inconscientemente.
-Pero Kuroko me prefiere a mí de luz que a Ahomine -intervino Kagami, pasando su brazo por el hombro de Kuroko. 
-Estás sudando Kagami-kun -el nombrado se separó rápidamente.
-Perdón- 

El equipo de Jabberwock empezaba a preocuparse al ver la mejora del equipo contrario. Seguían igualándolos pero poco a poco iban asumiendo su derrota.

Nash suspiró viendo cómo el peliverde volvía a marcar otro triple, adelantándose en el marcador. 
El rubio miró a Takao, viendo los ojos enamorados de este. Notaba que, cuantos más triples marcaba Midorima, más feliz se iba poniendo.
Por un momento Nash pensaba que ya las amenazas no servirían de nada para conseguir que ese chico dejara al peliverde y así distraerlo. 

-¿Entonces ese tal Midorima puede jugar sin ti? -preguntó el rubio cuando se acercó a Takao. Rápidamente notó la mirada del nombrado en su persona. 
-Él sabe controlar sus emociones -respondió alegre el azabache- además, creo que en el segundo cuarto le dio tiempo a pensar que si ganaban volvería a verme, parecía que no se había dado cuenta de eso -sorprendiendo a Nash, Takao le sacó la lengua- no soy aquí un objeto para manipular a nadie. 

Dicho eso Takao volvió a robar un pase de Akashi a Midorima.
-Ah Nash -algunos que escucharon el llamado al rubio lo miraron, incluido Midorima- esto es simplemente por la frustración que sentí en el anterior partido de no poder darle yo los pases a Shin-chan -ahora Takao se giró para hablar con Akashi- estos pases solo se los puedo dar yo para que nadie los intercepte, dejadme jugar un poco contra vosotros como desahogo por favor. 

Y ahí fue cuando todos lo entendieron. Nash de verdad pensaba que Takao andaría deprimido llorando porque no podía ver a su querido Shin-chan o porque tendría que jugar contra él. Pero él en su simple cabeza pensaba que, sabiendo de la futura derrota del Jabberwock, podría demostrar que él también tenía potencial y el que mejor comprendía a su compañero. 

-Shin-chan es el mejor jugador de Japón, idiotas -Takao se giró sobre sus tacones mirando al equipo Jabberwock y, sonriendo, le hizo un pase perfecto a Midorima. 

Midorima, al ver hacia dónde iba el pase de Takao, se puso en posición de triple. Encestándolo en la canasta del equipo estadounidense.

Todos los presentes se sorprendieron ante la repentina canasta, en cierta parte en propia, de Takao. 

-¡Takao! -gritó Jason acercándose a él, agarrándolo de la camiseta. Lo consiguió levantar del suelo- ¿Acaso no te das cuenta qué estás haciendo? Esto no era parte del trato. 
-Tampoco era parte del trato que vuestros jugadores se acercaran al principio al banquillo del otro equipo -Takao en vano intentó liberarse. 

Parece que todos entendieron, hasta el joven que hacía de árbitro, que el Jabberwock había pedido una pausa para discutir. 

Nuestro equipo se acercó al banquillo contrario. 
-Ni se os ocurra ponerle un dedo encima a Takao -amenazó Aomine mientras Midorima tiraba de Takao hacia él. 
Nash de repente soltó una gran carcajada. 
-Así que de verdad sois maricones eh -todos se giraron hacia el rubio- pensaba la primera vez que os vi a todos que, bueno, un poco de cara de que os gusta chupar pija tenéis la verdad. 
Todos los jugadores del Jabberwock se rieron. Kise iba a decir algo hasta que alguien lo agarró por los hombro y lo giró hacia él. 
-T-tú
-Hola generación de los milagros, ¿no echabais de menos a alguien?

¿Por qué tenías que ser tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora