VI

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Hubo un rápido intercambio de saludos, abrazos y pequeñas conversaciones. Alguno de los presentes había tocado al ascensor, abriendo éste sus puertas. Todos los que estaban en el hall miraron hacia dentro del aparato, viendo que no podrían entrar todos. 

Midorima y Takao estaban entrando al edificio cuando vieron a sus amigos jugando al piedra papel o tijera para ver quién se quedaba fuera o dentro. 

La situación acabó tal que Midorima, Akashi y Takao subían por el ascensor, las tres personas restantes tenían que subir andando. Akashi le cambió su sitio a Furihata, subiendo con el titán y su pareja por las escaleras. 

Kagami esperaba en la puerta de su apartamento, viendo cómo poco a poco se llenaba de gente. Alguna gente iba en escalera y llegó antes que el ascensor, Murasakibara iba a su ritmo y llegó el último, sin poner mucho esfuerzo en subir las escaleras hasta el quinto piso.

Akashi no dudó en sentarse en el sofá al lado de Kuroko y Kise a recuperar el aire. Saludándolos y empezando una amistosa conversación.

Furihata se maldijo mentalmente por haberle tocado subir por las escaleras y que Akashi le dejara el ascensor, teniendo que sentarse lejos del chico, pero agradecía que podía estar, al menos, un poco más calmado. Seguía extremadamente asustado con el emperador a su al rededor.

Akashi miró dónde se había sentado el jugador pelicastaño del Seirin, buscando alguna razón para poder colocarse a su lado. 

-Chicos, siento interrumpir las conversaciones que están teniendo -comentó Kagami, cerrando ya la puerta de su apartamento- pero parece que tenemos a algunas personitas que no nos dejan tranquilos. 

La gente que todavía recuperaba la respiración de haber subido por las escaleras miraban extrañados al pelirrojo. 

-No lo miren así, esta vez Bakagami tiene razón -defendió Aomine.

-¿Gracias?

-Lo podemos hacer de forma resumida, a Kise le ha golpeado Haizaki por la mañana -el rubio de repente se sintió observado- y parece que a Takao también, ¿no?

Hubo un silencio, algunos como Kise y Kuroko intentaban asimilar que a Takao lo habían golpeado, Takao y Midorima intentaban lo mismo con la situación del rubio y otros, simplemente, estaban asimilando todo lo ocurrido, sin saber de antes que habían habido peleas. 

-Sorry guys, but what the fuck, ¿me estáis diciendo que hay alguien que nos está queriendo golpear? -cuestionó Himuro, mirando a su hermano- ¿con qué razón?

-Creemos que pueden ser encargos del jabberwock, es el único evento reciente con esa importancia -respondió Kagami, usando su neurona- sabemos que no son de fiar.

Midorima se subió las gafas, carraspeando su voz- Entiendo que quisieran golpearnos a nosotros, ¿pero a Takao? -un poco de rabia se notaba en su voz- Takao en el partido casi no jugó, él tendría que estar fuera de esto -el peliverde miró a Kise- Kise estuvo jugando y les dio mucha guerra, ¿Pero cómo sabían de Haizaki para hacerlo? 

Otro silencio inundó la sala, ¿cómo el jabberwock sabría de la existencia de Haizaki y su historia? ¿Por qué golpear a Takao si estuvo en el banquillo? Su teoría del jabberwock se tambaleaba. 

-Tiene sentido lo que dice Midorima-kun -algunos de los presentes se asustaron, se habían olvidado de Kuroko.

-Mierda Midorima, tienes un punto ahí -comentó Aomine, mirando a Kise- ¿tuviste algún otro roce con Haizaki últimamente? -el rubio negó con la cabeza.

Los silencios se hicieron cada vez más largos, ¿Qué estaba pasando? ¿Estaban siendo atacados sin motivo alguno?

Akashi estaba analizando toda la situación, no había que ser muy listo para entender que sus amigos se encontraban ahora muy confusos. Pensó en una posible forma para obtener algún tipo de información. Sutilmente su mirada se posó en Kouki, observando cómo este estaba temblando levemente. ¿Estaría asustado de toda la situación? Pensó el emperador, sintiéndose impotente por no saber cómo protegerlo a él y a sus amigos. Por un segundo se le ocurrió adjudicarles a cada uno un guardaespaldas, aunque negó su idea sabiendo que ninguno lo aceptaría. 

Siguió pensando en silencio, algunos habían empezado a hablar entre ellos, intentando buscar alguna razón sólida. 

Y de repente se le ocurrió una idea que no le gustaba para nada, pero tendría que hacer si quisiera encontrar un poco de información. 

-Chicos, ¿me dejáis hacer una llamada? -todas las miradas se centraron en él- creo que puedo encontrar un poco de información.

Sus amigos lo miraron dudosos, pero Kagami lo dejó irse a su cuarto a hacer la llamada mientras el pelirrojo del Seirin se levantaba para hacer algunas bebidas.

Akashi atravesó el pasillo y se encerró en el dormitorio de Kagami, desbloqueando su teléfono. 

Bajó por la agenda hasta que encontró el teléfono de su padre y lo marcó. 

-Hijo, me sorprende que me llames en estos momentos, después de derivarme a mí todas tus tareas y querer cancelar la ceremonia-Akashi tragó saliva, lo hacía por sus amigos.

-Padre, necesito su ayuda, a cambio de que encuentres información sobre un tema -hubo una pausa- acudiré a la ceremonia. 

-Sabía que elegirías lo correcto hijo mío -una pequeña risa asomó en los labios del padre- ¿sobre qué quieres información?

-La gente con la juego al baloncesto -hubo una pausa y sonrió- mis amigos, mis amigos están en peligro y no sabemos por qué y de quién. 

Hubo una pequeña pausa y Akashi continuó

-¿Recuerdas al equipo de jabberwock ? -un sonido de afirmación por parte de la otra persona en la llamada lo hizo continuar- perdieron, pero por alguna extraña razón hay personas de nosotros que han sido golpeadas. Yo no tengo miedo, pero hay otro que están preocupados.

Su padre, apuntando todo lo que decía su hijo, llamó a su subordinado. 

-Le paso la información a Sebastián, él se encargará de esto. En unas horas como mucho recibirás un mensaje con lo que podemos obtener -se escucho una puerta abrirse y cerrarse- ya están todos en marcha, te mandaré después más tarde los datos de la chica. 

Akashi suspiró- no prometo que la vaya a aceptar padre. 

El padre rio y colgó la llamada. 

Alguien tocó la puerta del cuarto de Kagami. 

-Adelante...

-Pe-perdone Akashi-san, ¿To-todo bien?

¿Por qué tenías que ser tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora