Capitulo 20

488 46 6
                                    

Paz era un concepto que no estaba relacionado con la familia Mikaelson, y eso fue algo que Natalia aprendió rápidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Paz era un concepto que no estaba relacionado con la familia Mikaelson, y eso fue algo que Natalia aprendió rápidamente. El día comenzó como cualquier otro en la vida de los Mikaelson, con su madre y ella dirigiéndose al complejo Mikaelson como casi todos los días. La convivencia con la familia estaba siempre marcada por unas cuantas peleas, generalmente empezaban con Klaus y su madre, o Klaus y Kol, seguidos de Elijah que intentaba mediar entre las dos partes, y Freya, que la mayoría de las veces ponía fin a los conflictos. Era una dinámica un tanto graciosa.

Pero nada de eso la había preparado para lo que vendría en los próximos días. Hope y ella comenzaron a tener "pesadillas" simultáneas, y nadie sabía cómo o por qué sucedían. Fue Freya quien finalmente descubrió la causa: no era solo una casualidad, sino "The Hollow". Aunque a Natalia todavía le costaba creer en la existencia de vampiros y hombres lobo, comprendió que se trataba de una especie de espíritu muy poderoso y maligno.

El día comenzó como uno normal, o tan normal como podría ser en la familia Mikaelson. Despertó gracias a Hope, que de alguna manera se había colado en su habitación solo para decirle que saldría un rato con un chico y que nadie debía saberlo. Natalia la miró con desconfianza, pero después de un tiempo aceptó cubrirla por solo dos horas, no más y no menos.

—Buenos días, cariño —saludó Rebekah con una sonrisa—. ¿Qué tal suenan panqueques con Nutella? ¿O quieres algo más, princesa?

Natalia sonrió ante las cálidas preguntas de su madre, preguntándose cómo había tenido tanta suerte para tenerla. La abrazó ligeramente y respondió:

—Eso es perfecto.

Rebekah besó su frente y se dispuso a hacer el desayuno, pero fue interrumpida por una llamada en su celular. Era Marcel de nuevo. Natalia contuvo un suspiro frustrado, mirando a su madre. Sabía que debido a "The Hollow" habían cancelado un viaje sorpresa que Marcel tenía planeado para su madre.

—¿Sabes...? Tal vez sería buena idea que fueras. Llevamos un mes sin respuestas, estoy segura de que dos días no harán la diferencia.

La rubia frunció el ceño, indecisa.

—Natalia, sabes que no puedo dejarte sola aquí con todo lo que está pasando...

—No estaré sola —interrumpió Natalia, tratando de sonar más segura de lo que se sentía—. Hope estará aquí, y además, Freya y Elijah siempre están cerca. Necesitas un descanso, mamá. Y Marcel necesita verte. Ambos lo necesitan.

Rebekah suspiró, luchando internamente. La preocupación por Natalia y el constante estado de alerta la estaban agotando. Miró a su hija, quien trataba de mostrarse valiente y madura.

—No me gusta la idea de dejarte sola en este momento, pero tal vez tengas razón. Solo serán dos días, y estaré de vuelta antes de que te des cuenta. —Rebekah sonrió débilmente—. ¿Estás segura de que estarás bien?

La castaña asintió vigorosamente, aunque por dentro sentía un nudo de nerviosismo.

—Sí, mamá. Estoy segura. Solo prométeme que disfrutarás tu tiempo con Marcel. Te lo mereces.

Rebekah la abrazó fuertemente, susurrando:

—Te quiero, Natalia. Prometo que regresaré pronto.

Natalia la sostuvo, sintiendo el amor y la preocupación de su madre.

—Yo también te quiero, mamá. Ve y diviértete.

Rebekah se separó, mirándola con orgullo y un poco de tristeza. Tomó su celular y devolvió la llamada a Marcel, informándole de su decisión.

Mientras su madre se preparaba para partir, Natalia trató de mantener una actitud positiva. Sabía que su mamá necesitaba ese tiempo con Marcel, aunque también comprendía la gravedad de la situación con "The Hollow". Esperaba que esos dos días transcurrieran sin incidentes y que su madre pudiera encontrar un momento de paz y felicidad en medio del caos,todos estos 13 años se había dedicado solo a ella,nunca tuvo un novio ni salió con nadie,tal vez Marcel no era su persona favorita pero amaba a su madre y la hacía tan feliz como nunca la había visto.

Al despedirse en el complejo Mikaelson , Natalia vio la preocupación aún presente en los ojos de su madre, pero también una chispa de esperanza. Cuando Rebekah finalmente se fue, Natalia se quedó mirando la puerta cerrarse, sintiendo una mezcla de responsabilidad y temor.

—Todo estará bien —se dijo a sí misma en voz baja—. Solo son dos días.

Cinco horas habían pasado desde que Hope se había escabullido, y Natalia ya no sabía qué más decir para cubrirla. Estaba sentada en la sala del complejo Mikaelson, sintiendo cómo la ansiedad crecía en su pecho. Klaus, Hayley, Elijah, Kol y Freya estaban presentes, cada uno ocupado en sus propios asuntos, pero la ausencia de Hope pronto se hizo evidente.

Klaus fue el primero en notar algo extraño. Miró alrededor, frunciendo el ceño.

—¿Dónde está Hope? —preguntó con su voz grave y autoritaria.

Natalia sintió un nudo en el estómago. Todos los ojos se volvieron hacia ella, esperando una respuesta.

—Ella... um, salió a dar un paseo —dijo, tratando de sonar convincente.

Elijah levantó una ceja, claramente escéptico.

—¿Un paseo? ¿Sola? —preguntó, su tono calmo pero inquisitivo.

Natalia tragó saliva, sintiendo que el calor subía a sus mejillas.

—Sí, dijo que no tardaría...

Hayley se acercó, su expresión preocupada.

—¿Hace cuánto salió, Natalia? —preguntó con suavidad, intentando no asustarla.

—Hace... un rato —murmuró Natalia, evitando sus miradas.

Klaus se levantó, su paciencia al límite.

—¿Cuánto tiempo exactamente? —su voz se hizo más dura.

Natalia no pudo soportarlo más. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, y miró a Klaus y Hayley con desesperación.

—Hace cinco horas —confesó, su voz temblorosa—. Ella me pidió que la cubriera. No quería que nadie lo supiera. Lo siento, lo siento mucho...

Klaus y Hayley intercambiaron miradas preocupadas. Klaus se acercó a Natalia y se arrodilló frente a ella, colocando una mano firme pero gentil en su hombro.

—No es tu culpa, Natalia —dijo, su voz más suave—. Hope sabe que no debe hacer estas cosas, especialmente ahora. No te culpes.

Hayley se agachó junto a Klaus, tomando la mano de Natalia.

—Eres muy valiente por decirnos la verdad —le aseguró—. No te preocupes, encontraremos a Hope.

Freya y Elijah ya estaban en movimiento, coordinando un plan para buscar a Hope. Kol, aunque claramente preocupado, intentó calmarse para no asustar más a Natalia.

—Eres muy mala mintiendo, ¿lo sabías?,pero no te preocupes como tu tío me encargaré de enseñarte todo lo que se,seguro en unos años volverás loca a Rebekah,será divertido—bromeó con una sonrisa suave, tratando de aliviar la tensión.

Natalia asintió, sus lágrimas aún cayendo.

—Lo siento... Solo quería ayudarla.

Klaus levantó la barbilla de Natalia con un dedo, mirándola directamente a los ojos.

—Lo sé. Pero ahora necesitamos encontrar a Hope. Quédate aquí con Hayley, ¿de acuerdo?

Natalia asintió de nuevo, limpiándose las lágrimas con la manga de su suéter. Hayley la abrazó, susurrándole palabras reconfortantes mientras el resto de la familia se dispersaba para buscar a Hope.

𝗠𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora