Natalia corría sin rumbo fijo, sus pensamientos confusos y su corazón latiendo con fuerza. Finalmente, se detuvo para recuperar el aliento en el borde de un claro en el bosque. Mientras intentaba calmarse, oyó ruidos a su alrededor y se dio cuenta de que estaba rodeada por lobos.
El miedo se apoderó de ella. No sabía qué hacer ni cómo defenderse. Los lobos la rodearon, observándola con ojos penetrantes. De repente, uno de los lobos más grandes se acercó, olfateando el aire alrededor de ella y mirándola con curiosidad.
Uno de los lobos se transformó lentamente en su forma humana, revelando a un hombre robusto con una expresión de asombro en su rostro.
—No puede ser... —murmuró el hombre, mirando fijamente a Natalia—. Tienes la misma marca que Hayley y Hope.
Natalia, aún asustada, se giró lentamente para mostrar su espalda, donde la marca de nacimiento, idéntica a la de Hayley y Hope, era visible. Los lobos murmuraban entre ellos, asombrados por el descubrimiento.
—Tú eres una de las nuestras —dijo el hombre, su voz ahora llena de respeto y admiración—. Ven con nosotros. Te llevaremos con Hayley.
Natalia, aunque aún asustada, sintió una pequeña chispa de esperanza. Asintió con la cabeza y siguió a los lobos, que ahora la trataban con una mezcla de reverencia y protección.
Después de caminar un rato, llegaron al complejo donde Hayley estaba esperando con Klaus y Rebekah. Al ver a Natalia con los lobos, Hayley corrió hacia ella, su rostro una mezcla de preocupación y alivio.
—¡Natalia! —exclamó Hayley, abrazándola fuertemente—. Gracias a Dios que estás bien.
Natalia, aún conmocionada, apenas podía procesar lo que estaba sucediendo. Miró a Hayley con ojos llenos de confusión y miedo.
—Me dijeron que tengo una marca como la tuya... como la de Hope —dijo Natalia, su voz temblando.
Hayley asintió, apartándose un poco para mirar a Natalia a los ojos.
—Sí, es cierto. Esa marca significa que eres parte de nuestra familia, de nuestra manada. Significa que siempre tendrás un lugar con nosotros, pase lo que pase.
Klaus y Rebekah se acercaron, ambos visiblemente aliviados al ver a Natalia a salvo. Rebekah dio un paso adelante, sus ojos llenos de lágrimas.
—Natalia, sé que esto es mucho para ti, pero por favor, déjame explicarte todo. Quiero que entiendas que todo lo que hice fue por amor, por protegerte.
Natalia, aún sintiendo la traición, asintió lentamente. Había mucho que procesar, muchas heridas que sanar, pero por primera vez en mucho tiempo, sintió que tenía una pequeña esperanza de encontrar la verdad y quizás, algún día,paz entre toda esa locura
—Está bien. Quiero escuchar todo. Pero no puedo prometer que perdonaré a nadie todavía —dijo, su voz firme pero con un dejo de vulnerabilidad.
En el complejo, Hayley y Klaus se sentaron junto a Natalia, intentando encontrar las palabras adecuadas para explicarle su complicada historia. Rebekah estaba a su lado mientras Natalia escuchaba con atención.
ESTÁS LEYENDO
𝗠𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿
RandomMadre no necesariamente es la que da a luz,Rebekah cumplió su sueño de se madre de la manera menos esperada