Pasar los días mirando por la ventana de un hospital al mundo sin detenerse se había vuelto una rutina.
Podría morir dentro de siete años, pero también al día siguiente.
Su mundo estaba en pausa hasta que llegó él, porque entonces todo se aceleró...
No sean lectores fantasmas. Me encanta leer sus comentarios.
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Destino, para la mitología griega y romana, era la personificación de una diosa que tenía el poder de determinarlo todo.
Dicen que cada persona tiene un destino. Pero, ¿Hasta donde es capaz de llegar el destino para que dos personas estén finalmente juntas?
Incluso después de que un corazón deje de latir; incluso entre universos paralelos.
La estrella que no parecía estar en el mismo lugar de antes cuando despertó.
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El 12 de noviembre del año 2012 falleció un chico de veinticinco años en un hospital del centro de la ciudad, tenía un tumor cerebral. Estaba a punto de casarse, tenía un hermano menor.
El 13 de noviembre del mismo año, un chico de diecisiete años que había estado en coma durante un año despertó a pesar de que los doctores le veían casi nulas probabilidades.
Dicen que el hospital central de Seoul hace milagros, el personal médico de este oculta el secreto de la esperanza.
—¡Taehyung, despertaste! -—corrió hacia la cama de hospital para abrazar a su hermano mayor, sin importar que un poco del agua que estaba sirviendo se derramara al ponerlo con brusquedad sobre la mesa.
—Beom... gyu —. Se sintió raro al pronunciar el nombre del pequeño, como si no supiera de dónde lo conocía, aunque sabía que era su hermanito. Además, su pecho dolía y el niño aferrado a él estaba soltando lágrimas.
—Voy a buscar a la enfermera —dió un pequeño salto hacia el piso desde la cama y se apresuró a irse a buscar a aquella persona.
Se sentó con cuidado y lentitud, pues el dolor que le producía moverse era molesto, sus pies no alcanzaban a tocar el suelo, por lo que quedaba colgando desde la camilla de hospital. Llevaba ropa estilo pijama, blanca con diminutos puntos azul cielo.
