9. Año nuevo

41 12 1
                                    

Dibujo 124: Hydor [estrella de la constelación acuario].

—Beomgyu, los muñecos de nieve no tienen orejas de gato —dijo su hermano mayor, riendo por las ocurrencias del más pequeño.

—No veo ningún artículo legalizado sobre cómo debes ser los muñecos de nieve, Tae —fingió indignación, oponiendose firmemente a quitarle las orejas de gato al hombre de nieve aún incompleto.

El invierno había llegado y Jungkook apareció junto a Beomgyu un día después de que hubiera nevado, con una tina grande, llena de la nieve que era blanca, pero que seguro cuando se derritiera tendría casi un pantano dentro.

Cosa número cinco de la lista de cosas que hacer antes de morir de Kim Taehyung. Hacer muñecos de nieve con Beomgyu.

Taehyung ya había olvidado para entonces que Jungkook se llevó su lista a casa es día, el día del beso. Así que esa noche tampoco pudo dormir, porque ya ni siquiera recordaba qué cosas disparatadas escribió en esa lista cuando tenía doce años.

Prendió la luz amarilla de la pequeña lámpara y tomó el dibujo que se le había olvidado pegar en la pared, ese que llevaba el nombre de Hydor. Giró la hoja hacia el espacio en blanco y empezó a escribir.

Escribió sobre que había pasado navidad con sus padres y su hermano, porque el director del hospital lo había permitido por ser un día especial y porque los problemas laborales de sus padres estaban resueltos. 

También sobre la llamada de Jungkook a la media noche deseando que tuviera una feliz navidad y luego de las tres horas que duró la llamada, hasta que tuvo tanto sueño que no pudo continuar despierto.

Sobre que ates de irse Jungkook estuvo media hora calentando sus manos después de haber tocado la fría nieve, aunque esa fue más una excusa para tomarse de las manos sin que Beomgyu se burlara, aunque igual lo hizo.

Que Jungkook le daba siempre un corto beso de imprevisto cada día que iba al hospital, para después salir corriendo, cruzar la carretera frente al hospital y, una vez estando del otro lado, alzar el brazo en el aire para decirle adiós mientras lo veía desde la ventana de su habitación de hospital.

Y escribió por último lo que le dijo Jungkook el día del beso.

"Tengo un defecto de nacimiento, podría morir mañana. Pero para todos es lo mismo, cualquiera con una viva maravillosa y buena salud podría morir mañana. Así que no pensaré en el mañana, porque aún falta media hora para eso y yo tengo que irme a dormir".

Fue hacia la pared con la hoja en manos y la pegó a ella con dos pedazos de cinta adhesiva en los dos extremos superiores, lo pegó en el último espacio vacío que quedaba en la pared y supuso que los siguientes días tendría que subir a la cama para poder pegar las siguientes hojas.

Fue hacia la pared con la hoja en manos y la pegó a ella con dos pedazos de cinta adhesiva en los dos extremos superiores, lo pegó en el último espacio vacío que quedaba en la pared y supuso que los siguientes días tendría que subir a la cama para...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Día 129: Menkar [estrella de la constelación Cetus].

Cosa número trece de la lista de cosas que hacer antes de morir de Kim Taehyung. Ver los fuegos artificiales de media noche en año nuevo acompañado.

Jungkook se escondió en el baño. Cuando Sunghoon llegó a ponerle el medicamento a Taehyung a las ocho de la noche preguntó por él, pues no lo vió salir, pero no fue algo muy difícil de ocultar.

—Pide un deseo —dijo Jungkook a la media noche cuando los fuegos artificiales fueron visibles atravez del cristal de la ventana de hospital.

Ambos cerraron los ojos y pidieron un deseo de año nuevo. El deseo de Taehyung se cumplió años después; el de Jungkook no pudo ser.

—¿Qué pediste? —preguntó Taehyung cuando vió que Jungkook también había cerrado los ojos.

—No te lo diré, si te lo digo no se cumplirá.

—Por favor, Jungkook. No somos niños.

—¿Y qué se supone que somos entonces? Se que ninguno de los dos es adulto todavía porque aún tenemos diecisiete años.

—¿Adolescentes?

—No me gusta. Prefiero ser un niño.

—Eres un lunático, eso es lo que eres. —Dió un ligero empujón, porque si lo hacía más fuerte seguro que caería de la cama que ya era tan estrecha de por sí.

—Somos dos lunáticos enamorados, Tae.

—¿Eso sí te gusta?

—Si, mucho.

Se acercó de la nada, justo como lo hacía todos los días al despedirse, solo que está vez no fue un simple roce de labios, tampoco fue corto, fue como la primera vez, largo y torpe, porque ninguno de los dos había aprendido a dar un beso decente desde la primera vez. 

—Tae... Besas muy mal —se echó a reír a la vez que recibía varios pequeños golpes en el hombro.

—El burro hablando de orejas.

—No grites, si gritas vas a despertar a medio hospital y la doctora Ahn seguro nos regañará.

—¿Cuántas horas de voluntariado te quedan?

—¿Acaso ya quieres que me vaya? —llevó su mano derecha a su pecho fingiendo indignación.

—Solo tenía curiosidad. Pensé que sería menos tiempo de voluntariado por ser estudiante.

—¿Por qué lo preguntas de la nada?

Taehyung no pudo contenerse más y empezó a reír, cubriendo su boca con el antebrazo para no hacer demasiado ruido.

—¿De qué te ríes? —Una sonrisa también apareció en su boca, contagiado por la risa contraria.

—¿Recuerdas ese día que tus amigos vinieron? Me dijeron que fuiste el primero en cumplir con el voluntariado.

—¿Qué? No les creas, están lunáticos.

—Tú estás lunático. —Calmó un poco más su risa.

—Bueno, tal vez dije una pequeña mentira, pero no fue una mala. A ti te gusta que venga y a los demás pacientes también les agrado.

—¿Y cuándo se supone que tú voluntariado terminaría?

El contrario se encogió de hombros con una sonrisa algo infantil.

Algieba: La Habitación De Las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora