The type of acompañados con pequeños escenarios x Tn (rayita, etc.)
No he visto muchos libros en español y aquí estoy haciendo el mío.
Ojo que si he visto de one shots, y cositas así bien lindas.
Los personajes no me pertenecen, y son propiedad de K...
Advertencias: Ando medio triste, y horny, pero esto no es de índole sexual.
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Algunos chicos de BSD en contacto con tus atributos.
Dazai:
El el tipo de novio que la primera vez que tocó tu trasero lo palmeo un par de veces.
Después de recibir un puñetazo tuyo entendió que estuvo mal por no preguntar antes, o al menos esa fué tu sugerencia. Mala idea, ahora lo pregunta a todas horas.
—¿Puedo tocar tus lindas curvas?.
—Estamos en un parque público— respondiste totalmente ruborizada.
—Eso no responde mi pregunta.
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Kunikida:
Su ideal de mujer eres tú, no importa si te sientes insuficiente porque si estás con el ten en cuenta que pasaste 58 estrictos requisitos sin saberlo. El físico nunca fué uno de su grandes temores, no importaba el tamaño de tus pechos, para el ya eran ideales.
¿Los tocó de forma ideal? No, fué por culpa de Dazai en una misión.
El castaño estaba juguetando contigo, cuando te arrojó con un poco de fuerza haciendo que cayeras sobre tu novio, que para mala suerte suya su cara termino entre tus pechos.
Dazai se disculpó, pero siempre quiso ver esa reacción en Doppo, y claro que lo logró al dejarlo aturdido gracias a tu linda arma. Pechos.
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Chuuya:
Fué accidental, su mano terminó en tu trasero, se disculpo y en respuesta tu le diste una nalgada que le dió luz verde para amasarlo siempre que puede.
—Estamos en una junta— susurraste.
—Ni le estoy poniendo atención— dió un apretón más fuerte por debajo de tu falda—. Estoy estresado.
—Mi trasero no es una pelota antiestres.
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Akutagawa:
En un ataque enemigo tuvo que sostener tu cuerpo de caer por tu torpeza.
Lo que tocó fué suave, lo suficiente para creer que tú corazón se había salido de su lugar, se asomó notando que de hecho estrujaba tu seno. Lo soltó, eso quiere decir que te soltó por consecuente caiste de cara al suelo.
—Levantate— se cubrió la cara con la mano, pero al notar que era la misma terminó sofocado y apunto de ahogarse.
—¿Estás bien?—limpiabas el polvo de tu ropa, sobaste levemente la zona que antes fué estrujada.
Akutagawa te arrojó lejos, no permitiría que tú lo matarás de lujuria.
Gracias Akutagawa.
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Gogol:
Este hombre podrá ser un asesino, enfermo y básicamente una mala persona, lo que nunca será es un patán, menos si se trata de ti.
Ambos caminaban a la misión que Fyodor les asignó, subiste a una pequeña banca para juguetear con él como de costumbre.
—Mira, soy Fyodor, el limpiador del pecado— posaste de manera heroica mientras el albino soltaba una carcajada.
—Dilo de nuevo— pidió entre lágrimas y risas.
—¡Libraré al mundo del pecado junto a las perras albinas!— eso ya no le pareció tan gracioso pero aún sonreía, mientras tú te ahogabas con tu saliva, lo que te llevo a tropezar y caer sobre él, en el proceso puso sus manos frente a su pecho para evitar que lo golpearás.
—¿Estás bien?— sintió tu cuerpo presionar el suyo, movió un poco los dedos apretando un poco lo que envolvían sus manos—. Que suave, oye ¿eso es tu...
Te pusiste de pie enseguida con la cara un poco roja y los ojos llorosos—¡Perra albina!.
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