Capítulo 26: Camino al Grand Line

1.2K 80 18
                                    

-¿Ese flacucho es mejor que tú?-preguntó incrédulo.

-No es un flacucho cualquiera... Es el hijo de Yasopp.

-¿Podéis dejar de llamarme flacucho?-pidió Usopp-Pero acepto una competencia... ¿Podría quedarme con las gafas si gano?

-Yasopp... Te perdono la vida, chico, por quien es tu padre, pero si quieres estas gafas que mi amada hija ha comprado para mí, tendrás que demostrar que las mereces... ¿Cuál es tu arma?

Usopp fue a tomar una de sus pistolas, pero Katakuri extendió su mochi hacia el cinturón de herramientas de Usopp, para coger el tirachinas.

-Usopp, esta es tu mejor arma.

Usopp miró sorprendido a Katakuri.
Era cierto, su puntería mejoraba mucho con el tirachinas, sobre todo durante los entrenamientos que hacía con él. Sus disparos eran más certeros.

-Está bien... No entiendo como pretendes superar al mejor tirador del East Blue con un tirachinas, pero bueno-dijo encogiéndose de hombros Masterson-Apuntemos a esa placa de metal-dijo señalando a una placa circular a lo lejos, una distancia-Veamos si de verdad eres el hijo de Yasopp.

Y realizó un rápido disparo, que dio casi en el centro del círculo de metal.
Usopp retrocedió asustado, sorprendido por la increíble puntería del cazarrecompensas. Tenía miedo y le temblaban las piernas por la presión.

-Katakuri... ¿estás seguro?-preguntó con miedo.

-Usopp... Eres el francotirador de los Piratas Crimson Soul-le recordó Katakuri-Luffy confía en tí y... piensa en que dirá Kaya cuando le digas que te has convertido en el mejor tirador del East Blue.

Usopp se sonrojó enormemente y asintió, comenzando a recibir los ánimos de Piiman, Ninji, Tamanegi, Choji y Chabo, lo que le hizo sonreír confiado.
Tomó la goma del tirachinas y estirándola lo máximo que pudo. Soltó y una de sus balas salió disparada, acertando, para sorpresa de Daddy Masterson, en el centro exacto de la placa.

-Vaya-dijo sorprendido Masterson, guardando su pistola, para luego aplaudir-No cabe duda de quién es tu padre... Cariño, dale las gafas. Así saldaré una deuda de por vida con el padre de este mocoso.

-¿Deuda? ¿Usted conoció a mi padre en persona?-preguntó extrañado Usopp-¿Cómo fue?

-Yasopp... Ya era conocido por todo el East Blue por sus hazañas, pero cuando se descubrió que estaba en la tripulación de Shanks el Pelirrojo, su fama subió más-explicó Daddy-Recuerdo que, cuando Shanks pasó por esta isla, habiendo perdido un brazo... Decidí enfrentar a Yasopp a un duelo de tiradores-Mientras hablaba, los ojos de Usopp brillaban de la admiración por escuchar una historia de su padre-Me venció con suma facilidad y, como es costumbre, debía acabar con mi vida... Me perdonó... supo que tenía una hija y, por el amor que sentí por tí, su hijo, me perdonó. Solo por eso os dejaré ir a los Piratas Crimson Soul, aunque no prometo nada de los marines.

-Lo agradezco, Masterson-dijo Katakuri, agachando la cabeza-Mi capitán es un buen hombre. No causaremos problemas... Vamos chicos. Dejemos las compras en el barco.

Y él, junto a los pequeños comenzaron a andar tranquilamente, dejando unos instantes más a Usopp junto a Daddy y Carol.

-Ve al Grand Line, chico... Cuando te cruces en el Nuevo Mundo con tu padre, mándale saludos y dile que nuestra deuda está saldada.

-Lo haré... Gracias, señor Masterson.

Y se marchó corriendo, de regreso con sus nakamas.




Lejos de ahí, caminando por un callejón oscuro, dos hombres caminaban pesadamente, camuflados en la oscuridad en dirección a un local conocido por el más alto de ellos.

-Cap... Jefe-dijo el bajo-Lo siento, aún me cuesta acostumbrarme a esto... Jefe, ¿está seguro de esta idea?

-La mitad de los que están ahí quieres matarme y a la otra mitad les habrán pagado para matarme-dijo el alto, que llevaba colgada de la mano una larga bolsa de deporte-Pero tranquilo, en nombre de Kuro sigue imponiendo cierto respeto.

Jango se bajó la capucha y se ajustó sus gafas de corazón.

-Bueno, entremos en ese almacén-dijo, mientras se ajustaba sus dos chakram-Terminemos con esto ya, que estoy deseando tomarme una de las bebidas de Sanji.

Kuro se bajó la capucha, se ajustó las gafas con la parte interior de su muñeca.
Juntos entraron al almacén. El lugar estaba repleto de hombres, todos armados hasta los dientes, que, al reconocer a los hombres que acababan de entrar en el lugar.

Quien avanzó fue un hombre muy alto y gordo, con una barba tan poblada que le tapaba medio rostro, unas gafas negras redondas y un gorro de lana. Vestía un traje de mafioso y llevaba un bazooka apuntando a ambos.

-Tienes los cojones muy grandes para atreverte a venir aquí, Kuro-dijo serio-Cuando descubrimos que estabas vivo, nos comenzamos a prepararnos para...

-Jango, hazlo.

Monkey D. Charlotte LuffyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora